«Dios nos ha hecho diferentes para que podamos ser amigos, para amarnos»

Entrevista con el cardenal Matteo María Zuppi, arzobispo de Bolonia, tras el Foro Interreligioso del G20 celebrado en su diócesis el pasado mes de septiembre

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Santo Sepolcro Bologna La reproducción del Santo Sepulcro en Bolonia marcó simbólicamente la apertura y la clausura de este gran encuentro de líderes religiosos y políticos en el marco del Foro interreligioso del G20.

¿Qué significó este G20 de las religiones para Bolonia y cuál es su relación con la Fundación que coordinó el evento?

La vocación de Bolonia es ser una encrucijada económica y sobre todo cultural, en el cruce entre Norte, Sur, Este y Oeste. Es una ciudad de acogida, donde nació la primera universidad del mundo occidental. La arquitectura de la ciudad ilustra esta vocación, con los famosos pórticos del casco antiguo, esos soportales bajo los que es posible pasear resguardándose de la lluvia o del sol. Bolonia es una invitación al encuentro y a la relación. El Foro interreligioso del G20 que acabamos de vivir confirma esta vocación. La diócesis también ha colaborado mucho con la Fundación para las Ciencias Religiosas (Fscire) y su secretario, mi amigo el profesor Alberto Melloni. Trabajamos juntos con regularidad, dando testimonio de una presencia en la cultura y la historia, también en conexión con la Facultad de Teología y la Universidad, deseosos de encontrar un lenguaje común. El reto es que el encuentro no esté separado de la vida cotidiana ordinaria. Este G20 interreligioso ha optado por fomentar los intercambios entre líderes políticos y religiosos, con el fin de ofrecer un complemento ético a la reunión de jefes de Estado de finales de octubre en Roma. El hecho de que el Primer Ministro italiano haya querido venir a Bolonia en estos días demuestra que nuestra «casa común» necesita una visión amplia, que no sea solo económica sino que tenga en cuenta a la persona humana en todas sus dimensiones, históricas y escatológicas. El laicismo no se cuestiona, solo debe entrar en un diálogo respetuoso con las realidades religiosas para que crezca la armonía social y la unidad en la diversidad.

 

Al margen de este G20 interreligioso, usted celebró una misa con todos los sacerdotes de su diócesis en la iglesia de San Domenico, donde reposa el cuerpo de Santo Domingo. ¿Qué puede decirnos hoy este gran santo de la Edad Media sobre la fraternidad universal?

Domingo de Caleruega comprendió que aquí, en Bolonia, se estaba preparando el futuro. Quería que su comunidad estuviera presente entre los estudiantes de la universidad para enriquecer su entendimiento y construir a las personas con la luz de la fe que abre su corazón a los demás. Pocos saben que Santo Domingo está enterrado en Bolonia, pero su mensaje actual merece ser resaltado en relación con este G20: es el hombre de la comunidad, de la fraternidad. La mesa de Mascarella en la que se pintó el primer retrato de santo Domingo poco después de su canonización, elegida este año como símbolo del octavo centenario del Dies Natalis del santo, lo muestra en el refectorio con sus hermanos, cuyos rostros evocan diferentes orígenes étnicos. Vivió en una época de transición y puede inspirarnos profundamente en estos tiempos de cambio que vivimos.

 

El Diálogo del G20 se inauguró el 11 de septiembre en la iglesia de San Stefano de Bolonia, donde hay una gran reproducción del Santo Sepulcro de Jerusalén, con una oración interreligiosa por todas las víctimas de atentados en lugares de culto. Este G20 concluyó el 14 de septiembre, fiesta de la Santa Cruz, con un concierto en la misma iglesia, cerca de la copia del Santo Sepulcro recordando a todos la Tierra Santa. ¿Qué significa para usted este lugar simbólico?

Cuando voy de peregrinación a Tierra Santa, me gusta recogerme solo en el Santo Sepulcro de Jerusalén por la noche, para rezar por la paz. La dificultad de la convivencia en la Ciudad Santa es una invitación permanente al diálogo y a la paz. Dios nos ha hecho diferentes para que seamos amigos, para que nos amemos: este es el mensaje de este G20 de diálogo y encuentro.

 

Entrevista realizada por François Vayne

 

(octubre de 2021)