La Orden del Santo Sepulcro, cuya presencia se encuentra en todos los continentes a través de las Secciones y Delegaciones que forman las Lugartenencias o Delegaciones Magistrales, promueve iniciativas y encuentros a favor de la ayuda de la presencia cristiana en Tierra Santa.
Cada Lugartenencia (o Delegación Magistral cuando la Orden está aún en fase fundación) administra los donativos de sus miembros con reglas estrictas de contabilidad, para preservar un balance anual al Gran Magisterio.
En efecto, éste es el órgano central de gobierno de la Orden que coordina la ayuda global enviada al Patriarcado latino que cuenta con 60 parroquias, unas 40 escuelas y más de 150.000 fieles, en Jordania, Palestina, Israel y Chipre. Las instituciones del Patriarcado, tales como parroquias y escuelas particularmente, son el objeto esencial de esta solidaridad material que también concierne, en una menor medida, a proyectos precisos de restauración o de construcción siempre validados en Roma por el Gran Magisterio. El presupuesto del conjunto se acerca a los 10 millones de euros cada año.
En el marco de la Reunión de las Obras de ayuda a las Iglesias Orientales, la Orden del Santo sepulcro asume también otros proyectos en territorios bíblicos, como Egipto o Líbano.
Por otra parte los miembros de la Orden, animados a ir regularmente de peregrinación a Tierra Santa, aportan un apoyo moral importante a los cristianos de esta región del mundo que, en un clima de crisis económica y política, procuran ser actores de la “cultura del encuentro” para el servicio de la paz.
Caballeros y Damas también desean formar parte de la vida de sus diócesis, respondiendo en esto a las directivas del Gran Maestre, particularmente para responder a las necesidades de los más pobres, por ejemplo en lo concerniente a la acogida de personas refugiadas y emigrantes.