La reunión de otoño del Gran Magisterio
El 8 de octubre de 2024, al día siguiente de que el papa Francisco convocara una jornada de ayuno y oración por la paz en Tierra Santa y Oriente Medio, se celebró en Roma la reunión de otoño del Gran Magisterio, a la cual asistieron el Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro, el cardenal Fernando Filoni y el asesor Mons. Tommaso Caputo, arzobispo de Pompeya.
Durante la misa de apertura, celebrada en honor de Nuestra Señora de Palestina, patrona de la Orden, el Gran Maestre comentó la lectura del libro del Apocalipsis que profetiza la «nueva Jerusalén» e indicó que esta visión a largo plazo necesita la cooperación de los Caballeros y Damas, los «pequeños obreros que no tienen miedo porque Cristo, arquitecto de la paz, ha resucitado».
Al presentar los trabajos posteriores, el Gobernador General, que guio la reunión, destacó en su discurso que las contribuciones de los miembros de la Orden se habían duplicado a favor de la ayuda humanitaria en Tierra Santa, pero que no debíamos olvidarnos de la ayuda mensual de cerca de un millón de dólares enviada al Patriarcado latino de Jerusalén, la cual sostiene su estructura vital (en especial, para los gastos institucionales destinados a escuelas y parroquias). Por otro lado, se sintió orgulloso del éxito de la difusión de los nuevos documentos de la Orden en múltiples idiomas (el libro sobre la espiritualidad, los estatutos, el ritual y el texto sobre la formación), y anunció la futura publicación del Reglamento, actualmente en fase de traducción.
En cuanto a la expansión de la Orden en el mundo, el Gobernador General habló de la creación de nuevas Delegaciones Magistrales en Malasia y Eslovaquia, así como de prometedores contactos en India, África (Congo, Tanzania y Costa de Marfil) y Latinoamérica (Salvador, Honduras…).
El Patriarca de Jerusalén, que se encontraba en Tierra Santa, se dirigió a los participantes de la reunión a través de un mensaje de vídeo en el que, ante todo, agradecía a la Orden su apoyo moral y espiritual – «necesitamos vuestras oraciones» –, haciendo también referencia a la hermosa carta del papa a los católicos de Oriente Medio, publicada el 7 de octubre, en la que el santo padre invoca a la Reina de la Paz y declara que «la oración y el ayuno son las armas del amor que cambian la historia».
En función de la orden del día, se le concedió la palabra al tesorero Saverio Petrillo, el cual presentó el presupuesto para 2025. Con los ingresos previstos (15 millones y medio de euros), el objetivo es confirmar el compromiso de la Orden a la hora de apoyar la vida y los proyectos del Patriarcado latino de Jerusalén, cuyos fieles se enfrentan a una terrible situación material debido a la guerra. El tesorero precisó que los gastos de funcionamiento de la Orden se cubrirán próximamente con el alquiler de una parte del Palazzo della Rovere a una empresa hotelera.
El debate puso de manifiesto un problema en materia de las donaciones de los miembros que se han alejado de la Orden, por lo que el Gran Maestre solicitó vigilancia y transparencia en la gestión a todos los niveles con el fin de informar de manera detallada a los Caballeros y Damas, sobre todo en lo que respecta a los gastos institucionales del Patriarcado, los cuales reciben menos cobertura mediática que los proyectos humanitarios y, por tanto, suscitan una menor generosidad.
En ausencia de Sami El-Yousef, administrador general del Patriarcado, que no asistió por motivos de salud, fue el presidente de la Comisión para Tierra Santa, Bartholomew McGettrick, quien comentó el informe que recibió de este, insistiendo en el déficit de escuelas (especialmente en Israel, donde el Estado, movilizado por el esfuerzo bélico, ya no concede subvenciones). Por supuesto, describió los gastos relacionados con los vales de comidas para las personas con dificultades materiales y los centros de apoyo psicológico creados para ayudar a las personas traumatizadas por los bombardeos y las muertes.
En cuanto al trabajo de la Comisión, su presidente recordó los cuatro días de reunión virtual que se organizaron con una veintena de instituciones locales (en los ámbitos educativo, pastoral y humanitario), mostrando la importancia de estas «conversaciones sobre Tierra Santa» para que los actores de la solidaridad que intervienen sobre el terreno se sientan apoyados y acompañados a nivel universal.
En consonancia con estos debates, cada uno de los vicegobernadores tomó la palabra. Para Norteamérica, Tom Pogge anunció la iniciativa de recaudación de fondos para las escuelas del Patriarcado, que, además de la reestructuración de las instalaciones, ayuda a las familias que no pueden pagar los gastos de escolarización y contribuye a reducir el desempleo al permitir la contratación de un personal que trabaje en dichos centros. Por parte de Europa, Jean-Pierre de Glutz propuso una reunión de Lugartenientes en Pompeya, la primera tras la pandemia. De Latinoamérica, Enric Mas describió la labor que lleva a cabo en algunos países para implantar la Orden y la necesidad de crear lazos de confianza con los obispos locales. En cuanto a Asia-Pacífico, John Secker se alegró por el desarrollo de la Orden en Malasia y el próximo 40 aniversario de su presencia en Australia, al cual asistirá el Gobernador General en la primavera de 2025.
Al final de la reunión, el canciller presentó una serie de estadísticas tranquilizadoras, afirmando que el número de Caballeros y Damas (29 470 miembros) se había recuperado tras los complicados años de la pandemia, y que las admisiones de este año superaban a las promociones. De igual forma, expuso el programa de la peregrinación jubilar de la Orden en Roma, la cual tendrá lugar del 21 al 23 de octubre de 2025 con la participación de cerca de 3000 personas. A su vez, se está estudiando la posibilidad de realizar una peregrinación para la juventud de la Orden.
Al término de la reunión, los miembros del Gran Magisterio firmaron un mensaje de solidaridad dirigido al cardenal Pizzaballa, antes de fechar el próximo encuentro para el 15 de abril de 2025.
François Vayne
(Octubre de 2024)