«Lifegate», que podría traducirse por «La Puerta de la Vida», en Beit Jala, cerca de Belén, es una organización cristiana alemana que ayuda desde 1991 a niños y jóvenes discapacitados en Cisjordania dentro del ámbito de un proyecto global. Con su equipo de colaboradores palestinos y alemanes, Lifegate afronta este desafío. Su trabajo está fundado sobre la esperanza y el amor por todos los hombres que tiene su raíz en la fe cristiana e impregna el trabajo de todos sus colaboradores.
Por iniciativa de dos de sus miembros, Frank y Rita Deiters, delegados permanentes para la Tierra Santa, la Lugartenencia suiza ha sostenido el proyecto de Lifegate. Esos dos miembros conocen Lifegate desde el viaje en 2010 que hicieron en familia a Tierra Santa donde esa institución les había impresionado mucho. Frank Deiters, el hijo del matrimonio, les había acompañado y decidió trabajar en ella como voluntario durante tres meses. Pero se ha quedado allí desde entonces, porque ha apreciado mucho el trabajo realizado sobre el terreno.
250 niños y jóvenes discapacitados forman parte de los programas de ayuda semanal. Entre sus diferentes misiones se encuentra una institución de ayuda a la primera infancia, una guardería especializada para niños con deficiencia física o mental, una escuela especializada y un taller de formación profesional para esos jóvenes discapacitados a quienes se les forma en doce oficios diferentes de artesanía. Lifegate ayuda a la integración de niños discapacitados en las escuelas normales, y sus colaboradores visitan a las personas mayores y necesitadas a domicilio para aportarlas su ayuda (servicio de ayuda a domicilio). Lifegate proporciona cuidados médicos y terapéuticos completos para todos los niños y jóvenes, ya que no existe un sistema de seguridad social ni subsidios particulares para personas discapacitadas.
65 cristianos palestinos trabajan para Lifegate. En la población general de Tierra Santa, los cristianos palestinos representan menos del 1%, y al darlos un puesto de trabajo fijo, Lifegate quiere animarlos para que se queden.
Burghard Schunkert, fundador y director de Lifegate, describe su actividad actual de la siguiente manera: «Un programa específico en nuestra institución de ayuda a la primera infancia, donde niños de varias edades se preparan para ir a la guardería normal y a la escuela normal, ha permitido que cinco niños dejen Lifegate para entrar en las escuelas locales. En la nueva ala de nuestra escuela, hemos podido instalar una nueva clase de enseñanza especializada, de modo que ahora enseñamos a 60 niños repartidos en 6 clases. Nos alegramos así de poder permitir a los niños de la guardería de Lifegate que sigan su escolaridad y poder acoger otros del exterior que se encuentran en nuestras largas listas de espera ».
Sigue diciendo: «En 2016, 50 jóvenes son instruidos por Lifegate para su futuro oficio y para una vida dentro de la sociedad. La mayoría de los jóvenes formados por Lifegate ya han encontrado trabajo en empresas de Belén y sus alrededores. A parte de la práctica de su oficio, los jóvenes aprenden a leer y escribir árabe y también tienen clases de matemáticas y cultura general. Además, una nueva clase en nuestros talleres para los estudiantes en ergoterapia de la universidad de Belén, ha sido uno de los mejores momentos del verano».
Por otra parte, el Sr. Schunkert subraya la ayuda que Lifegate reserva también a refugiados sirios en Jordania que describe de esta manera: «También esta primavera hemos podido ayudar a muchas personas discapacitadas gracias al material médico que hemos construido en Lifegate o que nos han dado. Nuestros colaboradores acompañados por terapeutas fueron nuevamente a un campo para refugiados sirios en Jordania para procurar a las personas que lo necesitan, sillas de ruedas y material médico. Mientras tanto, el equipo de Lifegate que se ocupa del material médico también ha sido solicitado en los países limítrofes y respondemos con alegría a sus peticiones cuando nos es posible ayudarlos».
El trabajo de Lifegate está financiado por donativos, por la venta de productos salidos de sus talleres y servicios, como por ejemplo la reparación de calzado. Una clínica dental, una lavandería y un servicio de catering van a contribuir dentro de poco a producir fondos propios.
Jean-Pierre de Glutz
Lugarteniente para Suiza
Donata Krethlow-Benziger
Cancillera
(31 de enero 2017)