«Las llagas de Cristo son un tesoro: de ahí brota la misericordia»
La insignia de la Orden del Santo Sepulcro formada con una gran cruz griega rodeada por cuatro cruces más pequeñas, representa simbólicamente las cinco llagas de Cristo que son como «las Puertas del Cielo». Ese emblema no es una condecoración sino una misión cuyo sentido espiritual se aclara a la luz de la enseñanza del papa Francisco.
El Santo Padre nos exhorta desde su elección hace seis años a tocar las llagas de Cristo, como el apóstol Tomás después de la resurrección, para acoger la misericordia que sale de ellas como fuente de paz.
«Si ponemos juntos las manos sobre esas heridas y confesamos que Jesús ha resucitado, y lo proclamamos como nuestro Señor y nuestro Dios, si al reconocer nuestras faltas nos sumergimos en sus heridas de amor, tal vez podamos volver a encontrar la alegría del perdón y pregustar el día en que, con la ayuda de Dios, podremos celebrar el misterio pascual en el mismo altar», subrayó particularmente en una perspectiva ecuménica el pasado mes de mayo en Sofía, delante el Patriarca ortodoxo Neofito.
«Un santo decía que el cuerpo de Jesús crucificado es como un saco de misericordia, que a través de las llagas viene hacia todos nosotros », explicó unos días antes en la plaza de san Pedro de Roma, el domingo de la Misericordia Divina.
«Todos nosotros necesitamos de la misericordia, lo sabemos. Acerquémonos a Jesús y toquemos sus llagas, en nuestros hermanos que sufren. Las heridas de Jesús son un tesoro: de ellas brota la misericordia. Seamos valerosos y toquemos las llagas de Jesús. Con estas llagas está delante del Padre y se las enseña, como si dijera “Padre, este es el precio, estas llagas son lo que yo he pagado por mis hermanos”. Con sus llagas Jesús intercede ante el Padre. Nos da la misericordia si nos acercamos e intercede por nosotros. No olvidéis las llagas de Jesús» (Regina Cæli, 28 de abril de 2019).
Cada miembro de la Orden está llamado a llevar sobre todo en su corazón los símbolos de la insignia cosida en su capa y a difundir la veneración de las Santas Llagas de Cristo, fuente de perdón y misericordia. Estas purifican y sanan. Si las abrazamos pueden cambiar verdaderamente nuestras vidas.
F.V.
(Verano 2019)