La reunión de otoño del Gran Magisterio en 2015
Los miembros del Gran Magisterio rodean al Patriarca latino de Jerusalén después de una misa matinal celebrada en el Palazzo della Rovere, en Roma
Durante los días 10 y 11 de noviembre se reunieron en Roma los miembros del Gran Magisterio en torno al Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro, el cardenal Edwin O’Brien, en presencia del Gran Prior, Su Beatitud Mons. Fouad Twal, Patriarca de Jerusalén. Rezaron juntos confiando los habitantes de Tierra Santa a Nuestra Señora de Palestina, cuyo icono ha sido instalado en una de las salas del Palazzo della Rovere donde celebraron misa todas las mañanas antes de las sesiones de trabajo.
El primer día el cardenal O’Brien habló de las últimas visitas realizadas a las Lugartenencias en los diferentes países como en Dinamarca, Eslovenia, Francia, Reino Unido o Australia, anunciando su deseo de ir dentro de poco a Guam, Taiwán y Filipinas. El Gran Maestre insistió sobre la necesidad de seguir recaudando fondos para la acogida de los refugiados de Oriente Medio que llegan a una parte de los territorios del Patriarcado latino, en Jordania. También subrayó la importancia de las iniciativas tomadas por las Lugartenencias para marcar la participación de la Orden en el Jubileo de la Misericordia en las diócesis, recomendando las peregrinaciones locales según las instrucciones del Santo Padre en su bula de convocación para el Año Santo, Misericordiae Vultus.
El Gobernador Agostino Borromeo tomó después la palabra deseando sobre todo la bienvenida a Mary O’Brien, americana, que es por el momento la única mujer miembro del Gran Magisterio. Durante su discurso Agostino Borromeo habló de la primera reunión de los Lugartenientes y Delegados Magistrales de Asia y Oceanía, en Australia, subrayando la capacidad de expansión de la Orden que no deja de crecer desde hace unos años. A nivel del Gran Magisterio, hizo saber que una decisión del Tribunal Supremo italiano va a permitir dentro de poco la renovación de la gestión del hotel confiada hasta ahora a la sociedad Colombus, en favor de las actividades de Tierra Santa.
El apoyo prioritario a las personas: “piedras vivas”
El Patriarca Twal, por su parte, analizó la situación de la actualidad en los países donde ejerce su responsabilidad pastoral (Palestina, Jordania, Chipre e Israel), lamentando algunos hechos que contrarían la voluntad de diálogo como la construcción del Muro de separación en el valle de Cremisan, pero felicitándose de la acción educadora y social del Patriarcado que es posible gracias a la ayuda de la Orden para hacer frente a “una crisis que parece no querer terminar nunca”.
Los emigrantes de Oriente Medio representan actualmente un total de 20 millones de personas – 42.000 al día – y aquellos que llegan a Jordania pueden beneficiarse de la escolaridad para los niños, a menudo en escuelas católicas del Patriarcado donde cristianos y musulmanes viven a diario “la cultura del encuentro”. Hablando de esa cincuentena de escuelas cristianas repartidas en Tierra Santa, el administrador general del Patriarcado, el P. Imad Twal, presentó el balance 2015 y las previsiones para 2016, precisando que, en adelante, el gobierno israelí – que deseaba nacionalizar las escuelas – ya no asume las subvenciones de manera habitual sino de manera extraordinaria, lo que debilita el dispositivo global.
Después de una discusión, el Magisterio aceptó enviar al Patriarcado 35.000 dólares más al mes, para las escuelas y también para las instituciones, como las parroquias y para los dos seminarios, el menor y el mayor. “La formación del clero local es esencial”, indicaba el Patriarca, recordando además que la particularidad de las escuelas del patriarcado en los pueblos y ciudades de Tierra Santa dependen directamente de las parroquias.
Heinrich Dickmann añadió, en nombre de la Comisión encargada de los proyectos en Tierra Santa, que la ayuda a las personas “piedras vivas”, era cada vez más prioritario, así como una mejor coordinación de la ayuda, más racionalizada con un plan quinquenal si fuera posible. El informe de la Comisión de Tierra Santa, expuesto por su presidente Thomas McKiernan, dió valor a tres proyectos: un colegio de párvulos en Jaffa de Nazaret, la iglesia de Marj el Hamam, en Jordania y el Centro pastoral multicultural Nuestra Señora de la Paz, cerca de Ammán, que también está destinado a las obras humanitarias. Rindió cuentas de la visita de la Comisión sobre el terreno, que tuvo lugar el pasado mes de octubre, durante la cual tuvieron lugar intercambios llenos de futuro, particularmente con los responsables de los establecimientos de educación y salud.
Bartholomew Mc Gettrick, uno de los tres miembros de la Comisión puso el acento sobre la problemática que consiste en apoyar la formación de la comunidad cristiana, muy debilitada, para que siga teniendo su importante papel de mediador para resolver las injusticias.
Al final de esta reunión, ese 10 de noviembre, el ingeniero Pier Carlo Visconti presentó el balance provisional de las cuentas del Gran Magisterio donde aparece que casi diez millones de dólares ya han sido enviados al Patriarcado de Jerusalén desde enero de 2015, hay que destacar un donativo excepcional de un millón de dólares de los estados Unidos.
El proyecto de una reunión continental en Asia
La otra jornada de trabajo, que se terminó con la tradicional recepción amistosa y fraterna en honor de Nuestra Señora de Palestina, tuvo como principal tema el informe de las escuelas del Patriarcado enfrentadas a un déficit. El P. Imad Twal ha mostrado claramente la importancia de esa red escolar parroquial para la minoría cristiana: los niños musulmanes que crecen allí crean amistades que serán fecundas para la sociedad futura. La franja de Gaza, por ejemplo, cuenta con tres escuelas del Patriarcado, mientras que los católicos no son nada más que 130 de los dos millones de habitantes.
“Ahí nos encontramos de verdad en el corazón de nuestra misión pastoral, al servicio del diálogo por medio de la educación”, insistió el Patriarca Twal, al que el cardenal O’Brien manifestó públicamente su ayuda precisamente respecto al impacto social de la presencia cristiana en Tierra Santa. Hay que seguir pagando los sueldos y jubilaciones de los profesores lo que no es un asunto fácil. A continuación vino el informe sobre los trabajos en Gaza, mostrando que se trata sobre todo de paliar las urgencias ya que la reconstrucción va unida a un acuerdo de paz entre las dos partes que están en conflicto.
A medida que avanzaba el orden del día, Paul Bartley contó la primera reunión de los Lugartenientes de Asia y Oceanía en Australia, evocando la idea de una próxima reunión en Singapur para acercarse particularmente de los Lugartenientes de Filipinas y Taiwán. Subrayó la importancia de mantener los lazos entre el Gran Magisterio y las Lugartenencias más alejadas geográficamente de Roma, en vistas a mejorar la circulación de informaciones.
Mons. Antonio Franco, Asesor de la Orden, dio a conocer a los miembros del Gran Magisterio el estado de la situación concerniente a la fundación Vaticana San Juan Bautista, para la formación y la cultura en Oriente Medio. Esta Fundación pontificia, nacida en mayo de 2015 y presidida por el cardenal O’Brien, ya ha encontrado cómo reducir el déficit de la Universidad de Madaba, y sigue actuando en este sentido negociando con bancos, aunque todavía quede mucho por hacer.
Para finalizar, el Canciller Ivan Rebernik dio el detalle de las estadísticas de la Orden, que acogió a 1.164 nuevos Caballeros y Damas en 2014. Describió el trabajo del Servicio de Comunicación que realiza un nuevo sitio internet para el Gran Magisterio, y también habló de los trabajos empezados para agrandar el espacio de los archivos en papel de la Orden. Ha sugerido también la creación de un servicio de documentación de la Orden.
(18 noviembre 2015)