El Gran Magisterio realizó su encuentro de otoño por internet

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Al día siguiente de la celebración de la misa en honor de Nuestra Señora de Palestina, presidida por el Gran Maestre de la Orden en la Basílica de San Pedro, el 21 de octubre, se celebró la reunión de otoño del Gran Magisterio. Los miembros de este organismo se conectaron a través de los medios de comunicación virtuales, debido a la actual crisis sanitaria, mientras que el Gran Maestre, el Gobernador General, el Administrador Apostólico del Patriarcado latino de Jerusalén, el Lugarteniente General y el Canciller participaron en directo desde el Palazzo della Rovere de Roma.
La reunión puso de relieve la voluntad de los dirigentes de la Orden de intensificar el apoyo a Tierra Santa aumentando el presupuesto en un 3,5% el próximo año, gracias a la indefectible generosidad de los Caballeros y Damas, magníficamente demostrada en los últimos meses con la ayuda extraordinaria de unos tres millones de euros al Patriarcado latino de Jerusalén, además de la ayuda ordinaria proporcionada cada mes, para atender las necesidades humanitarias de sus fieles. 
La insistencia del cardenal Filoni en la dimensión espiritual de la pertenencia a la Orden favorece entre los miembros la toma de conciencia de su gran y bella vocación, al mismo tiempo que suscita una renovación de su compromiso material a través de las aportaciones de las Lugartenencias a la vida de la Iglesia Madre de Jerusalén. Una vez resueltos los principales problemas de la Orden, especialmente los relacionados con la deuda del Patriarcado -como señaló el Gobernador General Leonardo Visconti di Modrone- se trata de mirar hacia adelante y fortalecer el desarrollo de la Orden en los países donde todavía está poco representada. Esto se logra en particular gracias a relaciones constantes y directas entre el Gran Magisterio y las Lugartenencias, así como a través de la fructífera actividad de las comisiones creadas en los últimos tres años.
Para profundizar en estos temas, les sugerimos que lean aquí los discursos del Gran Maestre y del Gobernador General, pronunciados durante la reunión del Gran Magisterio, así como las importantes conclusiones de S.E. el cardenal Filoni, casi un año después de su nombramiento al frente de la Orden por el papa Francisco.

(Noviembre 2020)

MENSAJE DEL GRAN MAESTRE

«Recomiendo la cercanía, la hermandad, la atención a las situaciones humanas».


Un cordial saludo a todos ustedes, queridos miembros del Gran Magisterio unidos por vía telemática y también a los que están aquí en nuestra sede del Palazzo della Rovere.

Me alegra estar con ustedes para esta ocasión, aunque lamento que esta reunión no se realice en persona. Gracias por las intervenciones que han preparado y que todos han tenido ya la oportunidad de leer. Como tenemos poco tiempo para hablar, yo también me limitaré a desearnos celo y entusiasmo en nuestro servicio a la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, bien consciente de la misión que la Sede Apostólica nos ha encomendado hacia la Tierra Santa.

Desde los primeros momentos que siguieron a mi nombramiento como Gran Maestre, intenté comprender lo que podía hacer por la Orden y lo que, tal vez, la Orden esperaba de mí. Los estatutos definen claramente la misión del Gran Maestre. ¿Y qué más? Un cuerpo sin espíritu, por muy perfecto que sea, no tiene vida. Cuando Dios creó a Adán, un cuerpo de tierra, no empezó a vivir hasta que el Altísimo le insufló su espíritu. Así Adán se convirtió en un ser vivo, inteligente y dotado de gran dignidad. Infundiendo el Espíritu, Dios abre el diálogo con el hombre.

Entonces he tratado, con esta visión, de abrir el diálogo con los miembros de la Orden gracias a los medios de comunicación a nuestra disposición para construir relaciones, responder preguntas, preparar reflexiones espirituales. Entre las iniciativas lanzadas, podemos señalar el «Rincón del Gran Maestre», las reflexiones en torno a las fiestas litúrgicas, la inminente publicación de las «Líneas de Espiritualidad» para los Miembros de nuestra Orden, la revisión en curso del Ritual General para las Liturgias de Vigilias e Investiduras, la evaluación en curso de la inclusión, en cierta forma, de jóvenes, religiosos y religiosas. Además, a través de algunas entrevistas con los medios de comunicación, he tratado de dar a conocer nuestra Orden y mejorar la percepción que tenían de ella.  Entre las iniciativas actuales, también quisiera mencionar la hermosa y generosa respuesta a la extraordinaria recaudación de fondos para responder a las dificultades relacionadas con el Covid-19 en la Tierra de Jesús.

Por mi parte, quisiera destacar que he encontrado aquí Colaboradores trabajando de forma eficiente, ya sean voluntarios o remunerados a los que expreso mi profundo respeto y agradecimiento.

Mi deseo es que nuestra Orden redoble su celo y entusiasmo en su apoyo a la Tierra de Jesús, y en particular en su apoyo a la presencia cristiana que, por diversas razones políticas y sociales, parece a veces debilitarse. Sin embargo, mientras ayudamos a Tierra Santa económicamente a través de fuertes impulsos de caridad, también debemos preocuparnos por la vida de nuestros Miembros, Damas y Caballeros, cuya pertenencia a la Orden parece estar en declive o en crisis en algunos casos. Les recomiendo la proximidad, la fraternidad, la atención a las situaciones humanas, sociales y religiosas, todos ellos valores indispensables si nos consideramos una gran familia presente en todos los continentes.

¡Les deseo un buen trabajo!


Fernando Cardenal Filoni

 

(22 de octubre 2020)

DISCURSO DEL GOBERNADOR GENERAL

«Avanzamos con determinación»

 

Eminencia Reverendísima, Excelencias, queridos hermanos:

Las circunstancias sanitarias nos han obligado una vez más a organizar la reunión del Gran Magisterio según una fórmula diferente a la tradicional.

 Es una lástima: en los últimos meses el cardenal Gran Maestre me ha repetido varias veces que esperaba esta reunión para tener una larga conversación con todos ustedes, a fin de establecer de común acuerdo las líneas estratégicas para los próximos años.

La Providencia ha dispuesto lo contrario, pero no debemos afligirnos por las circunstancias adversas: al contrario, debemos intensificar nuestros esfuerzos para lograr los objetivos que nos han confiado.

A este respecto, me gustaría comenzar mi relato con una nota optimista: hace tres años, cuando asumí el cargo de Gobernador General, cuatro temas llenaban el orden del día de las reuniones del Gran Magisterio, con discusiones a veces muy animadas, a veces francamente desalentadoras:

  1. la deuda contraída por el Patriarcado para la Universidad de Madaba;
  2. el estancamiento en la aprobación del nuevo Estatuto;
  3. la continuación de la controversia judicial con el inquilino del Palazzo della Rovere;
  4. la dolorosa ruptura en el seno de la Lugartenencia de Francia.

Bueno, todos estos problemas ya han sido resueltos.

Ahora podemos dirigir nuestra atención más al futuro que al pasado.

¿Cuáles son los temas de mayor actualidad a los que nos enfrentamos para el futuro? En primer lugar, por supuesto, superar los efectos del Coronavirus, una variable inesperada que ha cambiado nuestras vidas y programas, pero que también nos ha permitido registrar una generosidad que ha superado todas nuestras expectativas.

El llamamiento dirigido a los miembros de la Orden por el cardenal Gran Maestre ha permitido reunir más de tres millones de euros para ayudas de emergencia de carácter humanitario en Tierra Santa relacionadas con la pandemia. La generosidad en este frente ha sido tal que, paradójicamente, creó algunas dificultades para cubrir los gastos ordinarios e institucionales, ya que todos los destinos escogidos para las donaciones de nuestros hermanos fueron dirigidos a la emergencia del Coronavirus.

Se hace necesario un reajuste gradual, también para evitar la necesidad de recurrir masivamente a las reservas reglamentarias.

Un segundo elemento que ha caracterizado estos últimos meses es el fuerte impulso dado por el cardenal Gran Maestre a la promoción de la espiritualidad de la Orden, a través de la publicación de un documento que será distribuido próximamente a todas las Lugartenencias para dar una referencia sólida a la pertenencia a la Orden y a los compromisos que conlleva.

Ha realizado un esfuerzo similar desde el punto de vista de la comunicación, no solo a través de prensa y televisión, sino también a través del diálogo directo con los fieles, con la apertura de la sección «El rincón del Gran Maestre», en nuestra página web.

Un tercer elemento que hay que mencionar es el gran trabajo de restauración y reestructuración del Palazzo della Rovere para devolver a la sede de la Orden la dignidad que merece e iniciar una nueva temporada de hospitalidad hostelera en el futuro que será más feliz que la anterior.

Las normas introducidas por la Santa Sede en las últimas semanas con el Nuevo Código de Licitaciones han determinado una pausa en el calendario de las obras para realizar las verificaciones oportunas con las Autoridades vaticanas sobre los procedimientos aplicados.

Pero estamos avanzando con determinación en el camino que tenemos por delante y esperamos comenzar las obras pronto. No podemos dejar de recordar también aquí el esfuerzo de expansión de la Orden, tanto a través de la búsqueda de nuevas Delegaciones magistrales y Lugartenencias, como a través de una acción encaminada a difundir un mejor conocimiento de la Orden y su obra benéfica.

Los contactos con las Lugartenencias son permanentes, gracias también al apoyo de los vicegobernadores, a quienes quiero dar las gracias expresamente desde aquí.

Concluyo mi introducción reafirmando mi absoluta devoción al Santo Padre, mi humilde obediencia al Gran Maestre y mi firme voluntad de continuar - si me lo piden - prodigando mis energías en el ejercicio de mi mandato al servicio de la Iglesia y de Tierra Santa.   


Leonardo Visconti di Modrone


(22 de octubre 2020)

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LAS REFLEXIONES FINALES DEL GRAN MAESTRE

Llegar a los que están al márgen y "ampliar" la inclusión

 

Al término de la reunión del Gran Magisterio del 22 de octubre pasado - reunión que se celebró en streaming debido a las restricciones generales debidas al Covid-19 - el cardenal Filoni, Gran Maestre de la Orden, compartió algunas reflexiones finales a la luz de lo que se había dicho durante el encuentro.

«No podemos pensar que nuestra Orden como la vemos hoy en día sea ideal. En este sentido, es esencial que hagamos propuestas», dijo invitando a mirar hacia el futuro y a no considerar nunca que hemos hecho el máximo de lo que nuestra Institución Pontificia puede proponer. Seguimos en camino y los márgenes de progreso son un incentivo para crecer en la vida de la Orden y en nuestra vida espiritual personal.

La primera invitación a la reflexión del Gran Maestre iba dirigida a aquellos que ya son Caballeros y Damas. «Mi percepción es que hay muchos miembros de la Orden que viven al margen de nuestra Institución, y el papa Francisco nos impulsa a dirigirnos a los que viven al margen. ¿Por qué estos Caballeros y Damas han flaqueado en su entusiasmo, generosidad y compromiso? Debemos reflexionar sobre lo que podemos hacer para que su implicación en la Orden se haga de nuevo con el espíritu que fue el suyo cuando se comprometieron ante Dios, ante la Iglesia y ante sus hermanos, por medio de la caridad». Dejando esta cuestión a la reflexión de los miembros del Gran Magisterio, el cardenal Filoni no ha dudado en recordar que es responsabilidad nuestra llegar a los miembros menos activos para no olvidar a los que están al margen, y que este «acercamiento» puede ser favorecido consolidando la espiritualidad que el Gran Maestre apoya vigorosamente en su ministerio.

Otro punto que el cardenal Filoni aprecia particularmente es el de la inclusión. «¿A quién podríamos integrar para permitir que la Orden esté aún más viva e involucrada?», preguntó a los miembros del Gran Magisterio, es decir, al grupo pequeño de gobierno de toda la Orden que cuenta con 30.000 miembros en los diferentes continentes. A este respecto, mencionó dos ejes.

«Nuestra Orden necesita centrarse para ver si podemos hacer algo más por los jóvenes. No somos -subrayó- solamente una orden de personas que han alcanzado un cierto nivel y una cierta edad. Podemos enriquecernos con la presencia de los jóvenes, gracias a su energía, ideas y compromiso».

El Gran Maestre recordó también la reflexión iniciada en «El Rincón del Gran Maestre» en la página web del Gran Magisterio (www.oessh.va) sobre la posible contribución de las religiosas dentro de la Orden.

Sus últimas palabras fueron para agradecer a todos los miembros de la Orden y para mirar hacia el exterior, en esta dinámica de «Iglesia en salida» que el papa Francisco nos sugiere tan a menudo: «Les agradezco la ayuda que brindan a la Iglesia de Tierra Santa, pero no solo por eso. Actualmente estamos trabajando para dar otra imagen de la Orden que a veces es negativa o solo vinculada a sus aspectos exteriores. No es así, y creo que llegar a mostrar una imagen activa y positiva será beneficioso para Dios, para la Iglesia y para la propia Orden».

 

(22 de octubre 2020)