«Ser testigo del Evangelio de la gracia de Dios»
Mons. Iyad Twal, vicario patriarcal para Jordania, junto al cardenal Pierbattista Pizzaballa, en los alrededores de la iglesia próxima al lugar del bautismo de Jesús, el día de su ordenación episcopal.
El 28 de febrero de 2025, Mons. Iyad Twal fue ordenado obispo en el lugar del bautismo de Cristo (Al-Maghtas). El nuevo obispo nació el 15 de julio de 1973 en Amán, la capital de Jordania. Estudió Filosofía y Teología en el seminario del Patriarcado latino de Jerusalén antes de ser nombrado sacerdote el 9 de julio de 1998 en Madaba. Desde 2016 a 2019, fue director de las escuelas del Patriarcado latino en Palestina e Israel, periodo en el que colaboró con la Orden al servicio de la educación y la paz. En Jordania, los cristianos —católicos (melquitas, latinos y armenios), ortodoxos y protestantes— representan cerca del 4% de la población total, lo que se traduce en unos 11 millones de habitantes. El vicario patriarcal para Jordania, bajo la autoridad del patriarca latino de Jerusalén, coordina la pastoral y las actividades de una treintena de parroquias y supervisa la gestión de la Universidad de Madaba, así como las actividades de una amplia red de escuelas católicas de diversos niveles en las que los alumnos cristianos y musulmanes estudian juntos.
Mons. Iyad Twal, ¿cómo vive la nueva misión que el papa le ha confiado? ¿Ya tiene un programa definido?
Acojo esta misión episcopal como una gracia y con una confianza infinita en la providencia divina. Aunque haya nacido en Jordania, mi experiencia como sacerdote del Patriarcado latino está especialmente vinculada a Jerusalén, Belén y Beit Sahour, entre otras regiones. Al ser nombrado obispo en Jordania y vicario patriarcal, dedico mi tiempo a visitar sus parroquias, que son notablemente más numerosas que en el resto del territorio del Patriarcado latino (Palestina, Israel y Chipre). De hecho, contamos con más de treinta parroquias, lo que refleja la importancia de la vida religiosa. Las relaciones con la comunidad musulmana y el Estado son excelentes. Mi ordenación episcopal, celebrada en la iglesia del bautismo de Cristo y consagrada este año por el cardenal Pietro Parolin, fue un mensaje de alegría y un testimonio de una comunidad católica profundamente viva.
¿Qué revelan su escudo y su lema episcopal?
En el escudo he querido representar los lugares más esenciales de mi vida cristiana, situados cerca de la ciudad de Madaba, donde nací, y vinculados a varias figuras bíblicas que inspiran mi ministerio al servicio de la verdad: el monte Nebo, que evoca a Moisés y la tierra prometida hacia la que guía al pueblo de Dios, el río Jordán, donde Juan Bautista y sus discípulos bautizaban, y la fortaleza, donde el profeta fue decapitado. Mi lema consiste en una frase extraída de los Hechos de los Apóstoles (20,24): «Ser testigo del Evangelio de la gracia de Dios».
¿De qué manera logra armonizar la pastoral de la Iglesia en Tierra Santa, considerando las diferencias tan marcadas entre países, como la tragedia que afecta a Palestina, la discriminación en Israel y la serenidad de la vida eclesial en Jordania? ¿Cuál es el fundamento que sostiene la unidad de la misión del Patriarcado latino en este territorio bíblico tan extenso? Son los santos lugares los que constituyen la unidad bíblica, teológica y espiritual de la pastoral del Patriarcado latino, así como la lengua y la cultura árabe. Jordania forma parte de Tierra Santa. Los sacerdotes jordanos sirven en Palestina e Israel desde hace mucho tiempo, incluso antes de la Guerra de los Seis Días (1967). Jordania es un país de acogida, donde los numerosos descendientes de los refugiados palestinos, bien integrados, mantienen vínculos fraternales y amistosos a ambos lados del Jordán.
¿Qué mensaje le gustaría dirigir a los miembros de la Orden?
Me gustaría dar las gracias a los Caballeros y Damas por su apoyo espiritual y material constante, así como por su amistad fiel, que expresan en nombre de la Iglesia universal. Invito a todos ellos a peregrinar a Jordania para reavivar su misión en las fuentes de nuestra fe cristiana. De acuerdo con el Gran Maestre de la Orden, deseo fomentar y acompañar la creación de una nueva Lugartenencia en Jordania, que reúna a los pocos Caballeros y Damas ya presentes en el país y permita incorporar a muchos más.
Entrevista realizada por François Vayne
(Junio de 2025)