San Michele, la chiesa capitolare della Luogotenenza per il LussemburgoSan Miguel, la iglesia de la Lugartenencia para Luxemburgo
El 13 de julio de 2024 marcó una doble celebración para la Lugartenencia de Luxemburgo. Por una parte, la investidura de nuevos Caballeros y Damas de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y, por otra, la proclamación solemne del decreto arzobispal que designa la iglesia de san Miguel de Luxemburgo como «iglesia de la Lugartenencia para Luxemburgo de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén».
La placa conmemorativa fue bendecida y descubierta durante la ceremonia de investidura por el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo, y el cardenal Fernando Filoni, Gran Maestre de la Orden, en presencia de Mons. Fernand Franck, Gran Prior de la Lugartenencia para Luxemburgo, de Mons. Leo Wagener, obispo auxiliar de Luxemburgo, del canónigo Claude Bache, ceremoniero eclesiástico de la Lugartenencia, de Jean-Pierre de Glutz-Ruchti, vicegobernador general de la Orden en representación del Gran Magisterio, y de Jacques Klein, lugarteniente de Luxemburgo.
La iglesia de san Miguel, cuyos orígenes se remontan al siglo X, es la más antigua de la ciudad de Luxemburgo. Fue fundada en 963 por el conde Sigefroi y se alzó en el corazón del casco antiguo, dominando las murallas y fortificaciones. Su historia, marcada por numerosas peripecias, comenzó en 987 con la primera iglesia dedicada al Santísimo Salvador, a la Santa Cruz y a todos los santos. Estaba ricamente dotada de altares, entre ellos uno consagrado a san Miguel, así como de numerosas reliquias. «La primera mención del título de san Miguel en los manuscritos antiguos data de 1289 – explica el canónigo Georges Hellinghausen, preboste del cabildo catedralicio y doctor en historia de la Iglesia – mientras que la parroquia de san Miguel aparece por primera vez el 21 de mayo de 1312».
La iglesia fue reconstruida por primera vez tras ser víctima de un incendio en 1443. En 1509, otro incendio, que duró seis días, destruyó 180 casas adyacentes. La reconstrucción, en un estilo gótico tardío, con una ampliación de la nave hacia el sur, llegó a su fin en 1519.
En diciembre de 1683, Luis XIV sitió la ciudad de Luxemburgo, que cayó el 7 de junio de 1684. La iglesia de san Miguel, entonces en ruinas, fue reconstruida una vez más en 1687. La torre se elevó y se añadió un campanario en el extremo oriental del nuevo techado. El escultor luxemburgués Nicolas Koenen (1660-1724) realizó un nuevo porche al norte con un estilo barroco. Durante la Revolución francesa, la iglesia se utilizó por turnos como local de instrucción, depósito de armas para las tropas francesas, teatro y, después, «templo decenal». No obstante, su arquitectura no sufrió modificaciones importantes y, gracias al Concordato de 1801, san Miguel fue devuelto a sus fieles.
Un documento oficial de 1827 menciona una fiesta popular relacionada con el oficio del alfarero. Cada año, se celebraba una misa en la iglesia de san Miguel en honor a la cofradía de los alfareros, seguida de una venta de sus productos en la explanada. Dicha misa, que tenía lugar el lunes de Pascua, originó la fiesta conocida como Éimaischen (Emaús). Aún hoy, esta tradición perdura en las calles del casco antiguo de Luxemburgo, aunque su carácter religioso ha desaparecido.
Lugar emblemático cargado de historia, la iglesia de san Miguel es también la parroquia de referencia del Palacio Gran Ducal, de la Cámara de Diputados, del Palacio de Justicia, del Consejo de Estado y de la Conferencia de Saint-Yves.
A partir de ahora, será también la iglesia oficial de la Lugartenencia para Luxemburgo de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén.
(Enero de 2025)