Un nuevo libro sobre la historia de la Orden
El libro «Caballeros, Damas y peregrinos» está disponible en checo a través del distribuidor Kosmas: https://www.kosmas.cz/knihy/283143/rytiridamy-a-poutnici/ o en la Delegación Magistral para la República Checa (oessh.cze@gmail.com)
Acaba de publicar usted un importante libro sobre la historia de la Orden en checo. Muchos miembros de la Orden no podrán leerlo, al menos hasta que se traduzca al inglés, algo que, según nos ha dicho, está previsto. ¿Cuál es la originalidad específica de su obra?
El libro en checo era una necesidad, porque en nuestro país no había ningún texto de referencia sobre nuestra Orden. Por eso pensamos en un libro pequeño con nociones básicas, pero la investigación de más de dos años y el amor por el tema me llevaron al final a escribir un libro de más de cuatrocientas páginas. Me alegraría mucho que pudiéramos preparar una adaptación en inglés, porque la historia de la caballería del Santo Sepulcro y de nuestra Orden lo merece: es una historia fascinante, una historia que narra nuestra identidad como Caballeros y Damas del Santo Sepulcro.
¿Puede decirnos qué ha descubierto sobre los orígenes de la Orden?
Nuestra visión de la historia de la Orden es mucho más humilde que la de los historiadores de los siglos XIX y XX. La Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro no fue fundada por Godofredo de Bouillon durante las cruzadas, sino casi inmediatamente después de la caída de los Estados cruzados en 1291. Era la presencia de los franciscanos la que permitía armar solemnemente a los caballeros en el Sepulcro de Cristo. Al principio (a partir de 1335) eran los propios Caballeros los que conferían esta dignidad, luego los custodios de Tierra Santa tomaron el relevo. Se trata de un momento especialmente hermoso de la historia: cuando la caballería europea entró en crisis y se volcaba en diversiones o vanas distinciones, en Tierra Santa se desarrolló una idea de caballería prestigiosa, vinculada a las virtudes cristianas, que exigía compromiso y ayuda a los necesitados, una caballería anclada en el misterio central de la fe cristiana, el de la muerte y resurrección del Salvador. En el siglo XIX, los papas que fundaron de nuevo el Patriarcado latino de Jerusalén, crearon un vínculo fundamental entre el Patriarcado y la Caballería del Santo Sepulcro, que se ha transformado en una verdadera Orden caballeresca, una comunidad de personas con objetivos concretos y una fuerte espiritualidad.
¿Confirma usted la tesis del profesor Agostino Borromeo, historiador y actual Lugarteniente General de la Orden, según la cual la fundación de la Orden del Santo Sepulcro no está vinculada directamente con las Cruzadas?
La tesis principal de que la Orden no se fundó durante las cruzadas, sino después, está en mi opinión bien fundamentada y basada en las investigaciones de historiadores anteriores, y tuve la alegría de poder intercambiar impresiones con el profesor Borromeo. Los primeros reyes latinos de Jerusalén fundaron el capítulo de canónigos de la basílica del Santo Sepulcro en la catedral del Patriarcado, y lo organizaron en capítulo regular. De este capítulo nació la Orden de los canónigos, que ha seguido viviendo en Europa, de hecho su rama femenina sigue existiendo en la actualidad. Pero los canónigos no eran los Caballeros, no hay que confundirlo, como se hizo a menudo en el siglo XX. Sin embargo no podemos decir que la Orden no tenga relación con las cruzadas o la persona de Godofredo de Bouillon: sin el fenómeno de las cruzadas, sin la persona del gran rey cruzado que se convirtió en uno de los «nueve caballeros», no tendríamos la idea de la caballería cristiana, que defiende los lugares sagrados de Jerusalén y ayuda a los cristianos en esos lugares. Es la idea de base sobre la que los franciscanos injertaron la caballería del Santo Sepulcro. Godofredo y los cruzados no son nuestros fundadores, sino las personas de referencia, los inspiradores portadores de la idea que nos ha generado y formado.
¿Qué encontró en los archivos checos sobre la historia de nuestra Orden?
Esto fue la mayor sorpresa de toda mi investigación: en nuestros archivos, pero también en las colecciones del Patriarcado latino y de la Custodia, pude identificar a más de 200 Caballeros del Santo Sepulcro de origen checo, empezando por los más antiguos del siglo XV. También hemos podido escribir la historia de la Lugartenencia checoslovaca, fundada en 1929, pero que desapareció durante la ocupación nazi y después durante los cuarenta años del régimen comunista totalitario. Solo después, la vida de la Orden en la República Checa se reanudó lentamente, heredera de un pasado muy denso.
¿Tiene otros proyectos respecto a la investigación histórica sobre la Orden?
Con mi libro, el trabajo no hace más que empezar para mí. Creo que sería muy útil volver a dar vida a la Comisión Histórica Internacional de la Orden, que existió a finales del siglo XX y que preparó el famoso coloquio de Letrán en 1996. Me di cuenta mientras escribía el libro, y las entrevistas con el prof. Borromeo lo confirmó, que no se sabe lo suficiente sobre la historia de la Orden en el siglo XX, sobre la formación de las Lugartenencias, sobre su vida y ampliación sucesiva. Sin embargo, somos conscientes de que la vida de la Orden se realiza sobre todo en las Lugartenencias. Sería interesante realizar un trabajo colectivo, escribir la historia desde este punto de vista, porque va más allá de las posibilidades de una sola persona. Este trabajo en común podría dar una nueva imagen de nuestra historia, porque la Orden es sobre todo una fraternidad, una familia espiritual de hermanos y hermanas, como bien nos enseña nuestro Gran Maestre, en profunda continuidad con el papa Francisco. Mi sueño sería poder participar en este trabajo, en esta comunidad profesional al servicio de la Orden.
Entrevista realizada por François Vayne
(julio 2021)