La formación: un tiempo privilegiado
El momento en el que se ingresa en la Orden es siempre una experiencia única para los Caballeros y Damas. Antes de la Investidura, la formación dura al menos un año, periodo en el cual se desarrolla la consciencia de lo que significa ser Miembro de la Orden, acompañada de una vida de fe atenta y del conocimiento de Tierra Santa, hacia la que se dirigen los ojos del futuro Caballero o la futura Dama.
Un candidato de la Delegación Magistral para la República Checa – Jan Zahálka – escribió, tras haber asistido a una ceremonia de Investidura, sobre cómo este momento fue especialmente importante en su proceso de formación: «Las ceremonias son sencillamente magníficas. Si tuviera que elegir algunos momentos que me emocionaron de forma especial, serían: las palabras de Mons. Graubner, arzobispo, sobre el deber; la lectura de la Carta a los Efesios (en particular, me gusta el concepto de “la espada del Espíritu”); y el vínculo entre la tradición de la Orden y la tradición checa de san Wenceslao. En general, considero que asistir a la Investidura reforzó en gran medida mi motivación a la hora de continuar mi formación».
La formación es un tema sobre el cual el Gran Magisterio de la Orden del Santo Sepulcro, junto con el conjunto de Lugartenientes, Delegados Magistrales y Grandes Priores, ha reflexionado de manera detenida desde la Consulta que les reunió en noviembre de 2023. El Documento final sobre la formación se compartió con todas las realidades locales de la Orden recientemente, durante el verano, con el objetivo de apoyar este importante proceso de crecimiento y concienciación que nos prepara para entrar en nuestra Institución Pontificia.
Cuando el cardenal Filoni, Gran Maestre, preside las ceremonias de Vigilia e Investidura, siempre incluye un tiempo para reunirse con los candidatos y responder a sus preguntas. Este momento es muy valioso para los candidatos, ya que les permite profundizar en temas importantes y escuchar directamente la opinión y los consejos del Gran Maestre de la Orden. Jan afirma: «Nos pidieron que preparásemos una pregunta para Su Eminencia el Gran Maestre. La mía era “¿Cómo ve el papel de un Caballero en la era digital?”. Finalmente, no formulé mi pregunta porque la respuesta ya se había dado en parte a raíz de otra pregunta expresada al cardenal acerca de cuál era el enfoque adecuado para educar y motivar a los jóvenes. La respuesta de Su Eminencia, tal y como yo la parafraseo y entiendo, fue que la vida de un Caballero es en sí misma un testimonio católico, que un Caballero es un portador de luz: “Estoy aquí. Si les atrae lo que tengo que decir y lo que represento, seguidme”. Esta también es una respuesta muy pertinente a mi pregunta, lo que me demuestra que los valores de la Orden son válidos en cualquier situación ».
(Octubre de 2024)