El papa León a los cristianos de Oriente: «La Iglesia los necesita»

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Papa Leone XIV Chiese Orientali - 1

Un discurso que tocó los corazones y las cuestiones actuales de las Iglesias orientales, cuyo Jubileo se celebra en estos días: «Me alegra encontrarme con ustedes y dedicar a los fieles orientales uno de los primeros encuentros de mi pontificado» comenzó diciendo el papa León XIV.

Al contemplar la belleza y la riqueza del pueblo de Dios reunido ante él, el santo padre continuó afirmando: «Ustedes son valiosos. Al mirarlos, pienso en la variedad de sus procedencias, en la historia gloriosa y en los duros sufrimientos que muchas de sus comunidades han padecido o padecen».

Citando la valiosa contribución del pontífice que lleva su mismo nombre, León XIII, el papa recordó que este último «[dedicó] un documento específico a la dignidad de sus Iglesias, dada ante todo por el hecho de que “la obra de la redención humana comenzó en Oriente” (cf. Lett. ap. Orientalium dignitas, 30 de noviembre de 1894)» y «[remarcó] que “la conservación de los ritos orientales es más importante de lo que se cree”».

Ante la situación actual, León XIV puso el foco en la palabra con la que inició su pontificado: PAZ. Una paz que, por desgracia, a menudo brilla por su ausencia en los contextos en los que las Iglesias orientales siembran, viven y dan testimonio de su fe.

«¿Quién, pues, más que ustedes – destacó el pontífice –, puede cantar palabras de esperanza en el abismo de la violencia? ¿Quién más que ustedes, que conocen de cerca los horrores de la guerra, hasta el punto de que el papa Francisco llamó a sus Iglesias “martiriales”? Es cierto: desde Tierra Santa hasta Ucrania, desde el Líbano hasta Siria, desde Oriente Medio hasta Tigray y el Cáucaso, ¡cuánta violencia! Y sobre todo este horror, sobre la masacre de tantas vidas jóvenes, que deberían provocar indignación, porque, en nombre de la conquista militar, son personas las que mueren, se alza un llamamiento: no tanto el del papa, sino el de Cristo, que repite: “¡La paz esté con ustedes!” (Jn 20,19.21.26). Y especifica: “Les dejo la paz, les doy mi paz. No como la da el mundo, yo se la doy a ustedes” (Jn 14,27). La paz de Cristo no es el silencio sepulcral después del conflicto, no es el resultado de la opresión, sino un don que mira a las personas y reactiva su vida. Recemos por esta paz, que es reconciliación, perdón, valentía para pasar página y volver a comenzar».

A continuación, el santo padre expresó su firme compromiso: «Para que esta paz se difunda, yo emplearé todos mis esfuerzos. La Santa Sede está a disposición para que los enemigos se encuentren y se miren a los ojos, para que a los pueblos se les devuelva la esperanza y se les restituya la dignidad que merecen, la dignidad de la paz. Los pueblos quieren la paz y yo, con el corazón en la mano, digo a los responsables de los pueblos: ¡encontremos, dialoguemos, negociemos!».

Además de invitar a quienes se han visto obligados a abandonar sus tierras y vivir en la diáspora a «preservar sus tradiciones vivas», León XIV dirigió un mensaje de agradecimiento a los testigos de la fe entre los que nos reconocemos, nosotros, Orden del Santo Sepulcro, y a los numerosos cristianos de Tierra Santa que, como piedras vivas, permanecen en la Tierra de Jesús, a veces «contra toda esperanza», como el apóstol Pablo dijo a Abraham (Rm 4,18): «Y quiero dar gracias a Dios por todos aquellos que, en el silencio, en la oración, en la entrega, tejen tramas de paz; y a los cristianos —orientales y latinos— que, especialmente en Oriente Medio, perseveran y resisten en sus tierras, más fuertes que la tentación de abandonarlas. A los cristianos hay que darles la posibilidad, no solo con palabras, de permanecer en sus tierras con todos los derechos necesarios para una existencia segura. ¡Les ruego que se comprometan por esto!».

Nos unimos a los agradecimientos del santo padre por el testimonio de los cristianos de Oriente, a quienes nosotros, la Orden del Santo Sepulcro, hemos podido conocer más de cerca y apoyar en sus necesidades, sobre todo a través de los proyectos de la R.O.A.C.O.

Lo que recibimos es mucho más grande que lo que damos.


Elena Dini

(14 de mayo 2025)