Una mirada sobre el año 2015 en Tierra Santa

En 2015 la situación en Gaza sigue siendo problemática y las tensiones en Israel están exacerbadas por lo que se ha llamado la “Intifada de los cuchillos”

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Una mirada sobre el año 2015 en Tierra Santa

Recordando los eventos de 2015, es importante mencionar las elecciones legislativas que tuvieron lugar el 17 de marzo en Israel ganadas por el partido Likoud del Primer ministro Benjamín Netanyahu con 30 escaños de 120 en la Knesset, el parlamento israelí. Al respecto, en la carta de Pascua de marzo de 2015, el director regional de la Misión pontificia para Palestina, Sami El-Yousef, expresaba su inquietud respecto a lo que considera como “el gobierno más de derechas de la historia del Estado de Israel”.


Política y diplomacia: La Santa Sede va al encuentro de los dos Estados

En lo que concierne directamente a la Santa Sede, el acuerdo global entre Santa Sede y Palestina, cerrado el 13 de mayo y firmado el 26 de junio, reconoce claramente al “Estado de Palestina”. Después de una negociación de unos quince años, este acuerdo bilateral trata principalmente sobre la actividad de la Iglesia católica y su reconocimiento jurídico en los territorios palestinos, y reafirma el deseo de una resolución del conflicto entre israelíes y palestinos dentro del marco de la solución de los dos Estados.

En cuanto a las relaciones con el Estado de Israel, el 3 de septiembre tuvo lugar en el Vaticano, el primer encuentro entre el papa Francisco y sus principales colaboradores con el presidente israelí Reuven Rivlin, nombrado en junio de 2014. La ocasión permitió discutir a propósito de la situación socio-política regional caracterizada por varios conflictos: “una atención especial fue dada a la situación de los cristianos y otros grupos minoritarios”. La cuestión de las relaciones entre Israel y la Santa Sede, así como la de las relaciones locales entre las autoridades y las comunidades católicas, también fueron abordadas “en la perspectiva esperada de una rápida conclusión del acuerdo bilateral en curso de elaboración”.


Tabgha y el peligro del ultra nacionalismo

Durante el verano algunos incidentes graves han llevado a la muerte a israelíes y palestinos, como el ataque contra un coche en el que viajaban cuatro israelíes de unos veinte años de regreso de un partido de baloncesto, provocando la muerte de uno de ellos; o el incendio provocado por algunos colonos israelíes a una casa palestina cerca de Naplouse, donde murieron un niño de 18 meses y su padre. A esta triste lista de acontecimientos hay que añadir el ataque a la iglesia de la Multiplicación de los panes y los peces de Tabgha, que fue objeto de un incendio criminal la noche del 18 de junio.

A finales de agosto el presidente Rivlin visitó la comunidad cristiana en Tabgha, donde fue recibido por el Patriarca latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, para mostrar su cercanía y su firme condena de ese acto conducido por un grupo de extremistas judíos ultra nacionalistas llamado Price Tag.

A primeros de agosto, la Asamblea de los Ordinarios católicos de Tierra Santa comunicó que habían denunciado al rabino Bentzi Gopstein, perteneciente al movimiento anti-asimilación ‘Lehava’ (que significa Llama) el cual, como se puede leer en su comunicado, “no ha dudado en afirmar que la ley judía preconiza la destrucción de los idólatras en la tierra de Israel y que, por consiguiente, las iglesias y mezquitas pueden ser quemadas”. “No se puede permanecer impasibles frente a tal situación”, declaró el P. Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa, añadiendo que es “una manera de decir a nuestra gente que no somos indiferentes a lo que ocurre”.


Una esperanza para las escuelas cristianas en Israel

Otra noticia vinculada directamente a la vida de las comunidades cristianas en Tierra Santa es la que concierne la situación de las escuelas católicas. El pasado 27 de mayo, la oficina de las Escuelas Cristianas en Israel organizó una manifestación frente al Ministerio de Educación en Jerusalén para protestar contra la política discriminatoria que éste ejerce desde hace tres años contra las escuelas católicas, ya que las subvenciones acordadas por el Estado disminuyen progresivamente. Desde septiembre de 2014 se ha creado, efectivamente, una comisión y, después de ocho meses de trabajo, se ha pronunciado a favor de la integración de las escuelas cristianas en el sistema público. Así perderían la posibilidad de proponer una educación cristiana. Frente a esta propuesta desfavorable, unas 700 personas se reunieron para manifestarse con el eslogan “No toquen nuestras escuelas” o “Las escuelas cristianas no están en venta”.

Las manifestaciones continuaron durante la vuelta a las clases en septiembre de 2015 bajo la forma de una huelga. Después de largas negociaciones con los representantes de la Oficina de las Escuelas Cristianas, el ministerio de la educación israelí presentó un conjunto de propuestas que fueron aceptadas. Entre éstas figura la atribución de un presupuesto de 50 millones de séqueles a las escuelas cristianas, para el año escolar 2015/2016, que ayudará a cubrir una parte de la deuda activa. Después de 27 días de ausencia, más de 30.000 estudiantes de más de 40 escuelas cristianas en Israel volvieron a la escuela.


La elección de Tierra Santa: la peregrinación de los obispos europeos

En 2015, el Consejo de las Conferencias episcopales europeas decidió tener su asamblea plenaria en Tierra Santa, del 11 al 16 de septiembre. Esta elección fue acogida con alegría. El mensaje difundido al final del trabajo afirma que “Con esa peregrinación los obispos europeos también desearon incitar a otras peregrinaciones ir a la tierra de Jesús para renovar la fe y apoyar a los cristianos de esta región”. La atención, el cuidado a los refugiados y la necesidad de invocar la paz en Oriente Medio figuran entre los temas tratados que hicieron referencia también a la situación local.


¿La Intifada de los cuchillos?

Desgraciadamente fue justamente a partir de esos días que se asistió a un recrudecimiento de las tensiones que se transformaron después, en el mes de octubre, en actos violentos sistemáticos. Con motivo de las celebraciones judías como el Tisha b’Av (26 de julio, día de ayuno conmemorativo de las destrucción del Templo durante el cual los fieles van a rezar al Muro occidental), y el Año Nuevo (13 de septiembre), hubo enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí en la parte de la Explanada de las mezquitas.

El 9 de septiembre el Ministro israelí de la Defensa, Moshe Yaalon, impidió la entrada al área sagrada al grupo musulmán de los Murabitun, voluntarios civiles que realizan el servicio de seguridad de la mezquita Al-Aqsa, y los enfrentamientos parecen ir unidos a los actos que limitan el acceso y la libertad de los fieles musulmanes. Respecto a ese tema, un comunicado difundido el 21 de septiembre muestra la inquietud de los jefes religiosos cristianos: “condenamos todo intento de atacar el statu quo en vigor en la mezquita de Al-Aqsa (Haram al-Sharif), en los patios, los edificios vecinos y toda la ciudad de Jerusalén. Toda amenaza a su continuidad e integridad podría tener consecuencias imprevisibles en el marco de la situación política actual. Los musulmanes tienen derecho a acceder libremente y practicar su culto en la mezquita de Al-Aqsa”.

El gobierno israelí reaccionó, primeramente, endureciendo las sanciones contra los palestinos que tiran piedras, luego autorizando a las fuerzas del orden y, como se puede leer en el balance de la Pontifical Mission, “también a los ciudadanos ordinarios que tienen un permiso para llevar armas, a tirar y matar a todos aquellos que se comportan de manera sospechosa”. Lo que es más preocupante, sigue diciendo El-Yousef en su documento, es lo que se comparte en las redes sociales locales y en Facebook sobre algunos incidentes violentos. La rebelión ha tomado un carácter violento en diferentes regiones. El jefe del Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh, anunció su apoyo incondicional a lo que él llama “la Intifada para liberar Jerusalén” y desde primeros de octubre se empieza a oír hablar de la “Intifada de los cuchillos”. Los protagonistas de ese movimiento son niños y jóvenes palestinos que, armados con lo que encuentran (a veces un cuchillo o unas tijeras), atacan a todos los israelíes que encuentran. Como declaró el inspector jefe de la policía israelí, Micky Rosenfeld, durante una entrevista con Famiglia Cristiana, “la parte más difícil de esta situación es que nos enfrentamos a lobos solitarios. Sin jefe, ni coordinación, ni estrategia”. Es decir, no hay una táctica pensada por dirigentes políticos, sino una verdadera revuelta que viene de la base a la que adhieren también adolescentes, como los dos jóvenes palestinos responsables de un ataque que tenían 14 y 16 años respectivamente.

Y si la situación se ha vuelto tensa en Jerusalén, donde los israelíes tienen miedo de ser atacados y los palestinos de ser acusados y perseguidos por todo comportamiento considerado como sospechosos por las fuerzas del orden y los transeúntes, el ambiente no es mucho más tranquilo en Cisjordania. El 25 de octubre, por ejemplo, durante una incursión de los soldados israelíes al alba en un hospital de Hebrón, se ha asesinado a un allegado del hombre que la policía estaba buscando. Los enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes han tenido lugar en muchas ciudades. A finales del mes de diciembre de 2015, el balance es de 20 víctimas israelíes y 130 palestinas.


Cremisán: un muro suplementario

Una noticia ha entristecido particularmente a la población de Palestina estos últimos meses y en particular a la comunidad cristiana. Concierne la reanudación de las obras de construcción del muro de separación entre Israel y los territorios palestinos en el valle de Cremisán – que tuvieron lugar el 17 de agosto – donde se encuentran dos casas de religiosas salesianas y las tierras pertenecientes a 58 familias cristianas que corren el riesgo de ser expropiadas. Es mucho más difícil entender la nueva acción del gobierno israelí ya que, después de nueve años de batalla jurídica, el pasado 2 de abril, el juicio final del Supremo de Israel establecía el paro de la construcción del muro en el valle de Cremisán, porque era “perjudicial para la población local y los monasterios del valle”.

Hemos leído en Avvenire, el periódico de la Conferencia episcopal italiana, los comentarios del P. Mario Cornioli, sacerdote del Patriarcado Latino de Jerusalén situado en Beit Jala: “Es inútil que el monasterio permanezca de un lado y los olivares de los habitantes del otro, es inaceptable, completamente injusto... es inútil salvar un monasterio si el muro se lleva un valle entero y dos montañas cubiertas de olivos y tierras que pertenecen a 58 familias cristianas”.


Hoy en Gaza

Querríamos terminar este resumen del año 2015 con una ojeada a Gaza. Después de los acontecimientos del año pasado, la ONU ha nombrado una comisión de investigación que ha publicado en junio el último informe acusando lo mismo a Israel que a los bandos palestinos, entre ellos Hamás, de haber violado el derecho internacional y probablemente cometido crímenes de guerra.

El P. Raed Abusahlia, director general de Cáritas de Jerusalén, intenta leer el presente, sin mirar hacia el pasado, y pensar en el futuro, invitando a todos aquellos que lo deseen participar en una iniciativa de solidaridad para hacer llegar regalos de Navidad a las familias más pobres de Gaza. Por otra parte, proporciona algunas cifras sobre la situación actual: “La tasa de desempleo ha llegado al 60%, la pobreza al 80%. El agua está salada, la electricidad llega unas cinco horas al día. Unas 350 familias – 1.300 cristianos, católicos y ortodoxos – viven en esta situación”.

Durante la reunión del Gran Magisterio de la Orden en noviembre de 2015, se abordó esta cuestión: los católicos en la franja de Gaza son unos 130, pero la comunidad católica ayuda a tres escuelas donde las clases son mayoritariamente no cristianas. La llamada al amor y al servicio consiste en estar presentes allí donde aparecen las necesidades, sin distinción de pertenencia a una comunidad. La comunidad de Gaza es consciente de ello y lo vive diariamente al lado de sus conciudadanos musulmanes.

En este Año Santo de la Misericordia, es bueno pensar en aquellos que tienen y tendrán la alegría de franquear la puerta Santa en Gaza. Efectivamente, Mons. Fouad Twal abrió, el 20 de diciembre, la Puerta Santa de la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza. El Santo Padre deseó que el Jubileo de la Misericordia sea una experiencia que se viva lejos, allá donde nos encontremos. Esto es mucho más verdadero para los cristianos de Gaza que tienen dificultades para desplazarse y que necesitan particularmente la gracia de la Misericordia – ¡recibirla como todos nosotros, pero también para darla a los demás!


Elena Dini


(18 enero 2016)