La Orden frente a la difícil situación de los hijos de los emigrantes
La situación humanitaria de los emigrantes en Tierra Santa es crítica y la Orden del Santo Sepulcro se ha comprometido a ayudarlos mediante actividades e instalaciones ofrecidas por el Vicariato de Santiago para los católicos de lengua hebrea. Efectivamente, más de 60.000 emigrantes son católicos y representan una parte importante del rostro que tiene y que va a tener la Iglesia católica en Israel. Los problemas jurídicos, la pobreza, la necesidad de trabajar y la ausencia de un lugar donde dejar a sus hijos permite que se cree un contexto complicado obligando a los padres a dejar a sus hijos en peligrosos “depósitos de bebés” (para más información pinchar aquí a la derecha).
La Orden del Santo Sepulcro desea que esos niños empiecen su vida de una manera que les evite el sufrimiento y promover sus derechos para alcanzar su pleno desarrollo como seres humanos. Es por ello que apoyamos la promoción de los servicios de guarderías que garantizan un entorno aceptable para los bebés entre los tres meses y los tres años. Actualmente hay un centenar de bebés cuidados a diario, lo que da una oportunidad a esos niños en la vida, aplicando un modelo sano de cuidados a los niños para que pueda ser adoptado por otros. También promovemos programas para después de la escuela en los que los niños pueden recibir una ayuda adecuada para hacer frente a la carga de trabajo en la escuela, proporcionando de esa manera un espacio de seguridad, donde los niños pueden ser acogidos cuando los padres se encuentran aún en el trabajo.
Para las celebraciones de la Natividad del Señor, el cardenal Edwin O'Brien, Gran Maestre, desea recordar las actividades que la Orden sostiene para el servicio de esos emigrantes tan jóvenes para que todos los miembros puedan vivir interiormente la Navidad en comunión con esos niños que dan hoy un rostro africano o asiático al Niño Jesús, manifestando así la universalidad de la Iglesia. Con nuestra contribución constante el Gran Magisterio de la Orden puede enviar cada año una cantidad importante para apoyar esta acción de solidaridad a favor de los niños emigrantes y por ese medio, ayudar a todas sus familias.
(21 de diciembre 2016)