La cuestión de los jóvenes en la Orden
A través de su «Rincón del Gran Maestre», del que estoy encantado, me apresuro a pedirle su visión sobre la relación y el lugar de los jóvenes en nuestra Orden. ¿Podría darnos su visión sobre la cuestión de los jóvenes en la Orden? (Jerôme, París)
Gracias por su pregunta. Sí, debo decir que comparto, como muchos, la oportunidad de reflexionar sobre este importante aspecto de la vida de nuestra Orden. Ya el santo papa Juan XXIII, con motivo de la actualización de los Estatutos en 1962, dijo que la Orden debe tener su propia «vitalidad»; esta no debe limitarse a sus compromisos con Tierra Santa, sino ante todo en su interior, tanto desde el punto de vista espiritual como desde el organizativo y participativo.
Sin embargo, la pregunta es ¿cómo proceder?
El reciente Sínodo de la Juventud y la consiguiente exhortación apostólica Christus vivit (25.3.2019) nos animan a pensar seriamente en la presencia de los jóvenes en la Orden, en su formación y participación en los objetivos espirituales y sociales que nos han confiado los Soberanos Pontífices.
Usted dice que la Lugartenencia de Francia tiene desde hace unos veinte años la experiencia de los «Écuyers et Demoiselles» (Escuderos y Señoritas), lo que ha permitido hasta ahora la integración de una treintena de miembros jóvenes en la Orden. Me parece un fruto importante, ya que es cierto que «de los frutos» se puede reconocer la bondad de la iniciativa. Otro aspecto no secundario sobre el que se debería reflexionar es la presencia en la Orden de aquellos miembros que, una vez integrados, ya no participan: ¿Por qué? Este aspecto también debería hacernos reflexionar a todos. Como sabemos, y el papa Francisco lo ha recordado recientemente, la nuestra no es una Orden «filantrópica» (16 de noviembre de 2018) ni siquiera una Orden meramente honoraria.
Pienso que es saludable incluir a los jóvenes para que puedan aportar el entusiasmo de su participación, así como atraer de nuevo a los que se han «alejado».
Siguen siendo sorprendentes las palabras del Santo Padre en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud que celebramos el pasado 5 de abril: «En una cultura que quiere a los jóvenes aislados y replegados en mundos virtuales, hagamos circular esta palabra de Jesús: “Levántate”... “Levántate y sé lo que eres”. Gracias a este mensaje, muchos rostros apagados de jóvenes que están a nuestro alrededor se animarán y serán más hermosos que cualquier realidad virtual. Porque si tú das la vida, alguno la acoge. […] Y si un joven se apasiona por algo, o mejor, por Alguien, finalmente se levanta y comienza a hacer cosas grandes; [...] puede convertirse en testigo de Cristo y dar la vida por Él».
Los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro también están llamados a apasionar por la belleza de los valores y el testimonio cristiano de la Orden a todos aquellos jóvenes que, tras un adecuado discernimiento, puedan entrar a formar parte de nuestra familia.
Por consiguiente, opino que las distintas Lugartenencias -en respuesta a las peticiones expresadas en el pasado- deberían informar al Gran Magisterio si ya tienen alguna experiencia con la participación de jóvenes, junto con su evaluación (sobre la edad, denominación, iniciativas de sensibilización y formación, etc.). Tal vez, después de escucharnos unos a otros, podamos identificar mejor las líneas de orientación común, respetando la libertad que tiene cada Lugartenencia para llevar a cabo sus propias iniciativas. Se podría crear un pequeño grupo de estudio ad hoc en el Gran Magisterio tan pronto como lleguen las respuestas.
Fernando Cardenal Filoni
Gran Maestre
(1 de Mayo 2020)