Algunos proyectos dirigidos en Tierra Santa
Desde hace dos años aproximadamente, el Gran Magisterio, de acuerdo con el Patriarcado latino de Jerusalén, ha decidido invertir en ciertas iniciativas pequeñas en Tierra Santa mejor que en grandes obras de construcción. En 2018, el Gran Maestre de la Orden siguió apoyando los proyectos grandes ya empezados, como la conclusión de las obras en la nueva iglesia de Jubeiha y la renovación de una guardería en Hashimi (ambas en Jordania), pero sobre todo el importante proyecto que prevé el aumento de los sueldos de los docentes de las escuelas del Patriarcado.
Esta iniciativa permite que los estudiantes sigan teniendo una instrucción de alto nivel respetando las competencias de sus profesores, que deben recibir un sueldo adaptado a sus capacidades. A esos proyectos, sobre todo al apoyo mensual enviado a Tierra Santa para ayudar en los gastos institucionales del Patriarcado, y ciertas obras como la del Seminario de las escuelas (sobre todo las contribuciones para permitir que los estudiantes que no pueden pagar los gastos de escolaridad puedan asistir a las clases), se añaden ciertas iniciativas de las que queremos hablarles en las siguientes páginas.
Varios proyectos requieren la realización de obras sencillas de renovación. Si no se entra en el día a día de las estructuras que lo solicitan, estas obras podrían parecer necesidades secundarias. Sin embargo todos podemos imaginar que ciertos actos habituales pueden convertirse en algo complicado cuando el entorno que nos rodea no funciona correctamente.
La casa de mayores Beit Afram de Taybeh, en Palestina, aloja a 28 personas mayores provenientes de diferentes ciudades palestinas y de Jerusalén. La misión de este centro es la de ofrecer un lugar sano donde reine un ambiente familiar, proporcionando una mejor calidad de vida y los cuidados médicos para las personas que lo necesitan. En la cocina de esa casa en verano, la temperatura puede subir hasta los 50 °C, haciendo imposible el trabajo de las mujeres que se ocupan de preparar el almuerzo. Uno de los proyectos menores realizado en 2018 ha sido el de dotar a esta estructura de un dispositivo de aire acondicionado.
A través de otro proyecto que requería una ayuda para la instalación de un sistema de aire acondicionado hemos descubierto la historia de un pueblecito cristiano en Jordania en una zona casi desértica: Smakieh. El terreno sobre el que se ha construido el pueblo fue ofrecido a la comunidad cristiana por el representante de la familia musulmana Majali por las buenas relaciones entre su familia y la comunidad cristiana. Hoy viven allí 300 familias beduinas, familias que pertenecen a dos tribus católicas históricas, una de rito latino y otra de rito griego. Por la posición geográfica del terreno, los veranos son extremadamente calurosos y el invierno puede ser muy frío. El sistema de aire acondicionado de la iglesia latina de San Miguel tenía que ser reparado para permitir que las personas más mayores y los niños pequeños pudieran participar en las celebraciones.
Para amortiguar los gastos relacionados con la electricidad en Ein Arik (al lado de Ramallah en Palestina), se ha decidido realizar un sistema fotovoltaico para la iglesia y la escuela católicas de la ciudad. Este sistema ya ha sido experimentado en las escuelas del Patriarcado de otras cinco ciudades demostrando sus capacidades. Al mismo tiempo, las economías realizadas sobre los costos relacionados con la electricidad serán invertidos de nuevo en proyectos para los estudiantes y la población.
Para la escuela de Kerak, se ha tenido que instalar un sistema de videovigilancia. Por desgracia, en diciembre de 2016 la ciudad fue el blanco de un ataque terrorista y la policía pidió al Patriarcado latino que procediera a la instalación de cámaras de vigilancia en esta escuela que acoge a un millar de estudiantes, de los cuales algunos viven a 40 km de distancia, pero que deciden enfrentarse diariamente al viaje para recibir aquí su instrucción.
La escuela latina de Beit Jala, que cuenta con más de 700 estudiantes necesita una ayuda para poder comprar material nuevo para el laboratorio informático, permitiendo así a la escuela ofrecer más puestos informáticos para los estudiantes. En el mundo actual es importante poder seguir la evolución de la tecnología en su recorrido de formación para estar preparados a afrontar el mundo del trabajo.
La escuela de Aboud en Palestina se encuentra enfrentada al problema de sus estudiantes que tienen que mudarse a otras ciudades para terminar su programa educativo ya que la estructura ofrece un itinerario que no va más allá del noveno año del ciclo de escuela obligatoria. El deseo es añadir una sala para permitir a los estudiantes que también sigan su décimo año, aprovechando los locales dedicados al centro educativo cristiano. Es la razón por la que el proyecto aspira a la construcción de una nueva sala para las actividades pastorales.
Algunos proyectos pequeños han permitido la renovación de las casas en las que viven las Religiosas del Rosario en Rameh (en Israel), Hashimi y Amman (en Jordania). Las Religiosas del Rosario de Jerusalén son la única congregación religiosa femenina de rito latino y de origen árabe en Tierra Santa, y están al servicio de la diócesis de múltiples maneras y en diferentes estructuras, sobre todo en las escuelas y parroquias. La fundadora, Madre María Alfonsina, fue proclamada santa por el Papa Francisco el 17 de mayo de 2015.
Otro pequeño proyecto estructural concierne la sede misma del Patriarcado latino en Jerusalén. Con la restauración del Patriarcado en el siglo XIX, se construyó un edificio para acoger su sede y eso se realizó por encima de seis reservas de agua que han sido utilizadas desde entonces como una valiosa fuente de agua para los sacerdotes que viven en el convento y los empleados, además de servir al sistema de riego. Estudios recientes han revelado sin embargo que el agua ya no era de muy buena calidad y que constituía un riesgo para la salud. Es la razón por la que es necesario un trabajo de renovación y de limpieza.
Otro proyecto, vinculado también al agua, va a beneficiar a las personas con discapacidad acogidas en el Our Lady of Peace Center de Amman. Este centro inaugurado en 2004 ofrece una asistencia diurna para las personas con discapacidad, así como a sus familias. Se acogen aquí unas 2000 personas cada año y se trata del mayor centro gratuito de rehabilitación en Jordania. En el servicio de fisioterapia, entre las diferentes máquinas disponibles se encuentra también una piscina para hidroterapia. La posibilidad de flotar y el calor reducen el dolor y los espasmos musculares. La piscina ha estado impracticable durante varios meses esperando la posibilidad de reparar los filtros y recibir de nuevo a los pacientes.
En 2011, el Our Lady of Peace Center ha abierto una segunda estructura en Jordania, en Aqaba. Uno de los pequeños proyectos dirigidos en 2018 ha apoyado una iniciativa destinada a crear puestos de trabajo para jóvenes discapacitados y para algunas mujeres sirias refugiadas sin empleo que viven en la región. Algunos hoteles grandes, como el Hilton, han aceptado dar para este proyecto los javoncillos usados y dejados en las habitaciones del hotel. En el centro de Aqaba son retomados para ser reciclados por jóvenes con discapacidad y las mujeres se ocupan de la mercadotecnia de esos productos. La financiación solicitada ha servido para cubrir la compra de máquinas y el coste de las licencias.
Otro proyecto concierne los Scouts de Palestina. Hoy hay 1500 jóvenes que forman parte de los scouts católicos y viven su pertenencia eclesial con alegría y dinamismo. Entre las numerosas actividades, los jóvenes realizan excursiones, campamentos, voluntariado y contribuyen en el bienestar de la sociedad en la que viven. Para seguir haciendo todo eso se necesitan estructuras adecuadas y, en algunos casos, también los equipos adaptados. En efecto, este proyecto ha permitido la compra de 10 tiendas para permitir a los jóvenes vivir la experiencia de las acampadas durante el periodo estival y 2000 distintivos que sirven no solo a los jóvenes, sino también a grupos internacionales de scouts cuando vienen de peregrinación a Tierra Santa.
Hay otros jóvenes que se benefician de otro proyecto: los de Gaza. El párroco de la única iglesia católica en Gaza, la iglesia de la Sagrada Familia, con los demás miembros de la iglesia y el Patriarcado, desea abrir un centro cultural cristiano para los jóvenes, en el que éstos podrían obtener una formación más específica que les prepare al mundo laboral, teniendo en cuenta el alto porcentaje de paro en Gaza. El objetivo es el de dar clases, por ejemplo, de inglés, informática, liderazgo y gestión. T
ambién se ha solicitado la posibilidad de participar en clases de formación para los empleados del Patriarcado latino de Jerusalén, para permitir que incrementen sus competencias y conocimientos.
Otro proyecto que toca de cerca a la sede del Patriarcado concierne el trabajo necesario de preservación, catalogación y valorización de su herencia cultural. Efectivamente, desde 1847 varios objetos han sido integrados a su patrimonio: objetos litúrgicos, paramentos de altar, obras de arte religiosas, libros y regalos recibidos, además de una colección de 3000 fotos que se desea digitalizar y poner a disposición para realizar exposiciones. El objetivo principal es el de dar a conocer mucho mejor la historia de la diócesis y la misión del Patriarcado.
Dirigiéndonos hacia Jordania, nos ha llegado una solicitud para ayudar a la obra pastoral con los emigrantes. Por desgracia, los trabajadores extranjeros que llegan de Sri Lanka (20 000, de los que 8000 son cristianos) y Filipinas (45 000 con un 85% de católicos) sigue siendo una categoría vulnerable, por los abusos y explotación que pueden sufrir. La Lugartenencia de la Orden para Filipinas se comprometió en 2016 en enviar un capellán filipino a disposición de esta comunidad para sus necesidades espirituales y ese compromiso continúa a través de un apoyo económico a favor de actividades pastorales que permiten a esas comunidades de emigrantes organizar iniciativas, tener espacios de intercambio y realizar libritos y soportes litúrgicos en sus idiomas.
Para terminar, el último proyecto apoyado en 2018 concierne la asistencia a los detenidos en Jordania. Desde 2008, el Patriarcado ha empezado a visitar con regularidad los centros de detención, con un grupo de voluntarios acompañado por el personal de Cáritas. Hay unos 200 cristianos en las 13 cárceles jordanas. Una religiosa de Sri Lanka narra: «Muy a menudo las mujeres de Sri Lanka no son culpables de crímenes importantes, su delito es el de haber abandonado al jefe antes de terminar el contrato, eran a veces víctimas de abusos, algunas han robado, pero es raro que los delitos sean mayores. Cáritas les ayuda a volver a casa. Sin esta ayuda, esas mujeres podrían permanecer en la cárcel para el resto de sus vidas ya que las embajadas no las ayudan». El proyecto permite así comprar billetes de avión para que vuelvan a su país, pero también medicamentos, ropa, artículos religiosos e incluso comida.
(Abril 2019)