¿Somos “visibles”?
Desde España nos escribe la Dama María José (síntesis): «Eminencia: los miembros de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén tienen un compromiso con Tierra Santa y la espiritualidad de la Orden saca su fuerza de ella; sin embargo, no siempre se da a conocer nuestra ayuda, ni es evidente; a veces parece más teórica que práctica... ¿La Orden no debería reforzar aún más su presencia promoviendo también el trabajo voluntario y la cooperación con el Patriarcado latino, las órdenes y las congregaciones?».
La pregunta nos concierne de cerca como Caballeros y Damas de la Orden del Santo Sepulcro que saben que tienen una misión en Tierra Santa; creo que la pregunta puede ser respondida en tres niveles: la visibilidad de la Orden, las peregrinaciones y visitas a Tierra Santa, y las actividades de voluntariado.
La Orden del Santo Sepulcro es una institución históricamente vinculada al Patriarcado latino de Jerusalén; se recuerda claramente esta conexión en nuestros Estatutos. Sin embargo, la Orden no es una sombra del Patriarcado, sino una presencia a su lado que trata de apoyar su camino con los medios que pone a su disposición para poder llevar a cabo muchas actividades pastorales, sociales y educativas. Por lo tanto, nuestro objetivo principal no es el autorreferencial, mostrarnos a nosotros mismos, sino más bien permitir que la vida diaria de la Iglesia latina en Jerusalén y de otras instituciones eclesiales lleve a cabo su servicio a Dios y a sus hermanos con generosidad, fuerza y vitalidad. En las palabras que el papa Pablo VI, declarado santo, confió a los miembros de nuestra Orden en 1964, después de su histórica peregrinación a Tierra Santa, encontramos este espíritu y esta invitación: «Continuad amando estos Santos Lugares con una predilección cada vez más intensa y piadosa; continuad honrando la tierra santificada por los pasos del Hijo de Dios hecho Hijo del hombre; continuad promoviendo allí las obras religiosas de instrucción y caridad que atestiguan la tenaz y amorosa presencia de la Iglesia católica; incrementad vuestro esfuerzo de beneficencia espiritual y corporal por aquellas poblaciones» (Alocución del Santo Padre Pablo VI a la Orden del Santo Sepulcro).
Sin embargo, es evidente que esto va acompañado de una adecuada labor de información y comunicación, en particular de nuestros Miembros y para ellos, para que sepan qué iniciativas son apoyadas por su generosidad y oración. A través de sus propios medios de comunicación, la Orden intenta acortar las distancias y proporcionar un flujo constante de información que haga visible y concreta la realidad de Tierra Santa. A propósito del tema de la “visibilidad” de la Orden, me gustaría recordarles que son ustedes, queridos Caballeros y Damas, los que tienen que dar a conocer y convertirse en "embajadores" de Tierra Santa en sus diócesis y comunidades. Saber encender los corazones por la Tierra de Jesús y las "piedras vivas" que todavía la habitan hoy en día. Esto es parte de nuestra misión. Ser como el prisma que transmite colores vibrantes gracias a la luz que no le pertenece pero que recibe como regalo.
En cuanto a las peregrinaciones, hay que reconocer que son claramente ocasiones de gran importancia espiritual, cultural y social para la vida de un Caballero o Dama de la Orden: respirar el aire que fue de Cristo, caminar por los mismos caminos, leer la Palabra en los lugares donde se encarnó es siempre una experiencia muy enriquecedora. También es una oportunidad para experimentar de primera mano el trabajo que apoyamos en Tierra Santa e interesarse en las diferentes cuestiones prácticas que la Orden tanto aprecia. Planifiquen en sus peregrinaciones tiempo para visitar algunos proyectos y conocer a los que trabajan allí o reciben beneficios de estas obras. Esto enriquecerá y profundizará nuestra "vocación" y "compromiso" como memoria de cada día. No duden, pues, en ser "misioneros" y no "prosélitos" de la Orden, y se beneficiarán del testimonio de los días pasados en la Tierra de Jesús, sobre todo cuando no lleven las ropas que les identifican como Caballeros y Damas.
Por último, siempre encuentro estimulante la idea de vivir alguna experiencia de voluntariado en Tierra Santa; esto sólo puede ser muy beneficioso tanto para miembros como para amigos cercanos a la Orden, especialmente si son jóvenes. Desear emplear el tiempo personal al servicio de los necesitados significa tener una mirada llena de conocimiento de sí, del mundo que nos rodea y de nuestra relación con Dios; esto ayuda y hace madurar. Ya se han vivido varias experiencias y algunas de ellas se pueden encontrar en nuestra web www.oessh.va. Espero que estas iniciativas sigan dando frutos en la vida de quienes participan en ellas.
Fernando Cardenal Filoni
Gran Maestre
(junio 2020)