La Iglesia Católica Maronita en Tierra Santa

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La Iglesia Católica Maronita en Tierra Santa La iglesia maronita de Nuestra Señora de la Anunciación en Nazaret

Sandy Habib diácono de Haifa en Israel nos ha enviado, el 15 de agosto de 2015, el artículo que viene a continuación. Este texto presenta una de las comunidades católicas de Tierra Santa: los Maronitas. La Iglesia maronita nació entre finales del siglo IV y principios del V en Antioquia (en el norte de la actual Siria). Su fundador, San Marón, era un monje que reunió en torno suyo a una comunidad floreciente. Durante siglos la Iglesia maronita fue la única iglesia oriental que se mantuvo en plena comunión de fe con la Sede apostólica de Roma. Se trata, pues, de una Iglesia católica de rito oriental (Sirio Antioqueno). Hoy hay unos tres millones de maronitas en el mundo, de los que casi un millón se encuentra en el Líbano.


Los tiempos presentes son particularmente intensos para los Cristianos de Oriente. Mientras que seguimos a diario la situación en Siria e Irak, estamos muy preocupados por la situación de los cristianos en otros países como Libia y Egipto. Es verdad que la situación de los cristianos en Tierra Santa es aceptable en cuanto a la seguridad se refiere, pero tenemos de qué preocuparnos por los acontecimientos que han tenido lugar contra las iglesias y conventos, y últimamente el incendio cometido contra el convento de Tabgha en el lago de Tiberíades...

Desgraciadamente en la sociedad israelí hay algunos fanáticos judíos, solicitados por figuras como Bentsi Gopstein que declara su animosidad contra los cristianos, llamando a sus adeptos a arrancar de raíz todo lo que no es judío en Tierra Santa. Esta última declaración es particularmente grave y amenaza la presencia cristiana que cuenta con tan solo el 2% de la población de Israel y de Palestina. En este ambiente, la esperanza y el valor de los cristianos no faltan, al contrario, se implantan cada vez más dada su fe profunda en Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, encarnado en Tierra Santa. Además la presencia del representante de la Santa Sede, Su Excelencia el Nuncio Apostólico, que defiende los intereses de la Iglesia y sus instituciones, y que vela por las congregaciones religiosas y las organizaciones cristianas de todo tipo de ritos, da un gran apoyo en favor de la presencia de los cristianos en Tierra Santa.

La comunidad maronita que cuenta con 11.000 fieles en Tierra Santa, está implantada en esta Tierra desde hace mil años y la mayoría había abandonado el Monte Líbano después de las masacres de cristianos por los drusos, ayudados por los turcos, en el siglo XIX. Muchos huyeron hacia las zonas limítrofes y se instalaron definitivamente allí donde se encuentran actualmente, en estos pueblos y ciudades: Nazaret, Haifa, Acre, Jish, Isifiya, Shefaram, Aïn Kenya (Golan), Jaffa, Jerusalén, Belén y Ammán en Jordania. Otra ola de maronitas dejó el Líbano en el año 2000 cuando el ejército israelí se retiró del Sur del Líbano, esas familias se instalaron en Nahariya, Kiryat Shemona, Tiberíades, Safed, Maalot, Carmiel y Haifa, donde aún habitan...

La diócesis maronita de Haifa se creó en 1996 después de su separación de la diócesis maronita de Tiro. Después de haber sido nombrado Vicario General en Bkerke, Líbano, Mons. Moussa El Hage ha sucedido a Mons. Paul Sayah a la cabeza de la diócesis maronita de Haifa desde 2012.

Un grupo de sacerdotes diocesanos lleva nuestra comunidad, así como una comunidad de monjes maronitas libaneses en Jaffa, del convento san Antonio el Grande, además de un sacerdote religioso Antonino maronita que se ocupa de la comunidad libanesa instalada desde el año 2000 en Galilea. Pero el clero maronita está presente en la mayor parte de las comunidades religiosas de Tierra Santa, masculinas y femeninas, de todas las confesiones. Citemos, a modo de ejemplo, a los franciscanos, trapenses, monjes carmelitas, salesianos, lazaristas, capuchinos, conventuales, Hermanas del Rosario, de San José, de la Caridad, carmelitas, franciscanas de la Cruz, de los Sagrados Corazones...

Esta comunidad que tomó su nombre del anacoreta San Marón en el siglo IV, debe su existencia a su fidelidad a la Santa Iglesia Católica y a su jefe espiritual el Patriarca Maronita en el Monte Líbano, también se alimenta de la fe en Dios, su amor a la virgen María y a los nuevos santos maronitas, sobre todo a san Chárbel el ermitaño.

En el campo estrictamente religioso y monástico, los maronitas aportaron su ayuda a las Iglesias Orientales hermanas, no sólo proveyendo un número impresionante de vocaciones a órdenes y congregaciones occidentales implantadas en Oriente, sino también ayudando en la formación de las familias monásticas dentro de las cristiandades orientales católicas, como los melquitas en 1736, los siríacos católicos en 1780, los caldeos en 1845 y los armenios en 1852.

La comunidad maronita en Tierra Santa ha tenido una única visita de su jefe espiritual, el Patriarca Maronita, cardenal Béchara Boutros Raï, entre el 26 y el 29 de mayo de 2014, y ello por primera vez en su historia. Esa visita fue acogida con alegría asimismo por las comunidades de toda Tierra Santa, más allá de nuestra Iglesia. Ahora empezamos a recoger los frutos de esa visita a todos los niveles, sobre todo en el plano ecuménico y el interreligioso.

La relación de su Orden con Tierra Santa es profunda y muy antigua. Ustedes la alimentan con la oración, con la ayuda material y sus visitas asiduas a los Santos Lugares. En esas visitas y encuentros organizados, ustedes invocan la paz en los Lugares y recolectan fondos para las Obras que la Orden promueve para ayudar a las poblaciones cristianas locales.

Nosotros, Maronitas, estamos unidos a ustedes por la oración en el Espíritu, rezamos para que su Orden permanezca como un feudo de fe, ayuda espiritual y material para la Tierra Santa, y en particular para la comunidad cristiana católica que es un fermento de esperanza para todos los habitantes de la región.


(15 agosto 2015)