Recibir una lección - Nota para elegir

En realidad, no hay ninguna región del mundo que no se haya visto afectada por el COVID-19, en grados diferentes. Millares de muertes, millones de personas enfermas, miles de millones de daños económicos y financieros. Una peste que nos azota y que ha puesto a todos - individuos y entidades públicas - bajo un solo denominador común: el miedo.

La protección de la salud ha sido la primera preocupación, la interrupción de la vida cotidiana el primer efecto, la crisis laboral su grave consecuencia, el cuestionamiento de nuestra manera de ver y la seguridad, la perspectiva necesaria.

La Tierra Santa, que encuentra en las peregrinaciones religiosas y el turismo la savia de la economía de miles de familias, también se ha visto seriamente afectada.

La Orden del Santo Sepulcro, cuya finalidad institucional es apoyar a la Iglesia Madre de Jerusalén, las escuelas que dirige y las iniciativas caritativas y sociales, se ha tomado muy en serio las nuevas necesidades creando un fondo para la recogida de subvenciones extraordinarias.

Más allá de la importante iniciativa, hay una reflexión a la que están llamados los miembros de la Orden, y no sólo ellos, y que forma parte de la reflexión más amplia a la que llaman el Papa y numerosas instituciones internacionales: ¿Cuál es la lección que hay que aprender de esta nueva situación imprevista/imprevisible?

Todos tenemos una responsabilidad. Y mientras que las finanzas internacionales deben decidir dónde situarse: si junto a las personas o al poder y su fortificación, elegimos poner en primer lugar, reorientándonos si es necesario, a las personas: su trabajo, su salud, su familia, su calidad de vida, también con respecto al futuro.

Cuidar de las personas es un don de la fe cristiana, pero también una tarea que hay que realizar.

Fernando Card. Filoni

Llamamiento para una ayuda humanitaria por el Covid-19

Print Mail Pdf

Covid-19 Humanitarian Support Appeal

De acuerdo con el Patriarcado Latino y por sugerencia de numerosas Lugartenencias, el Gran Magisterio de la Orden del Santo Sepulcro ha decidido lanzar un «Fondo de Ayuda Humanitaria Covid-19» dedicado específicamente a las consecuencias de la pandemia. De hecho, el virus tiene un impacto dramático en Tierra Santa, particularmente en Palestina y Jordania.

En este momento es urgente que las familias cristianas que viven allí reciban ayuda para sus necesidades fundamentales, especialmente las que han perdido sus empleos debido al colapso de la industria turística y por la imposibilidad de llegar hasta Israel para trabajar todos los días. Asimismo, se necesita apoyo financiero para garantizar la liquidez necesaria para sostener las 38 escuelas del Patriarcado en Palestina y Jordania, con más de 15.000 alumnos y más de 1.300 maestros y empleados.

Como ya saben, un fondo humanitario financiado por la Orden, por un importe de 650.000 dólares americanos, ha sido acordado para el año en curso entre la presidencia del Gran Magisterio y el Patriarcado latino en enero, antes del estallido de la pandemia. Es evidente que esta cantidad es insuficiente en las circunstancias actuales. Por lo tanto, manteniendo el fondo ordinario ya establecido para las actividades humanitarias normales, se ha acordado con el Patriarcado responder a las nuevas emergencias -es decir, las de las familias necesitadas y el funcionamiento de las escuelas del Patriarcado- a través de este nuevo fondo.

El «Fondo de Ayuda Humanitaria Covid-19» podrá ayudar a los que han perdido su trabajo a satisfacer las necesidades básicas de sus familias, como alimentos, productos de higiene, para el cuidado infantil y medicamentos. Se calcula que son unas 2.000 familias las que necesitarán el apoyo del Patriarcado durante la crisis. El fondo ayudará una ayuda para unas 10.000 familias que ya no podrán pagar las cuotas escolares. Se concederá la ayuda necesaria atendiendo a criterios destinados a favorecer a quienes han perdido su empleo y no tienen otros ingresos.

La ayuda humanitaria concedida a las familias será distribuida por el Patriarcado a través de los párrocos, en colaboración con los consejos locales del Patriarcado. Cada párroco presentará un informe detallado de todas las ayudas concedidas. La ayuda económica para las escuelas se efectuará al mismo tiempo a través de una coordinación en cada escuela incluyendo directores, administradores, trabajadores sociales y párrocos. Cada escuela presentará un informe detallado de toda las ayudas distribuidas.

Por lo tanto, lanzo un llamamiento a todas las Lugartenencias y Delegaciones Magistrales de todo el mundo para que respondan generosamente a esta emergencia, realizando donaciones a este nuevo «Fondo de Ayuda Humanitaria Covid-19» del Gran Magisterio, que será enviado rápidamente al Patriarcado latino, según el procedimiento habitual, ya bien consolidado.

Les agradezco de antemano la generosa contribución que, estoy se guro de ello, podrán enviar para ayudar a nuestros hermanos de Tierra Santa.


Fernando Cardenal Filoni

Gran Maestre


(Mayo 2020)