El don de la peregrinación en Tierra Santa

Un testimonio que nos viene desde la Lugartenencia de Portugal

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El don de la peregrinación en Tierra Santa El pueblo de Taybeh

Acabamos de recibir del Lugarteniente de Portugal – tierra particularmente bendecida por la presencia del santuario mariano de Fátima – un bello testimonio sobre la intensidad de la experiencia comunitaria de la peregrinación en Tierra Santa que tuvo lugar al principio del presente año y durante la cual ha sido celebrada la Investidura de doce Caballeros y Damas.

 

Las peregrinaciones son siempre un momento muy estimulante para nuestros miembros. Los peregrinos participan de todo corazón en las obras de ayuda que, en proporción con los recursos débiles y las disponibilidades de un pequeño país, y de una pequeña Lugartenencia, canalizamos a favor de los habitantes desfavorecidos por la tierra del Cristo.

Por ello, desde hace algunos años, la Lugartenencia en Portugal realiza cada dos años una peregrinación a Tierra Santa con una media de setenta personas cada vez.

Además de las visitas de los Santos Lugares de Nazaret en Jerusalén, un momento importante con las peregrinaciones siempre ha sido la Investidura de los nuevos Caballeros y Damas en la Basílica del Santo Sepulcro, práctica que nuestra Lugartenencia ha conseguido proseguir, después de siglos durante los cuales ningún miembro de la Orden podía ser “cruzado” allí.

Normalmente el programa de las peregrinaciones contiene visitas a los trabajos en los que participamos, porque la comprobación in situ de las carencias existentes, o entre tanto colmadas, tiene el efecto beneficioso de hacer sentir a los cristianos locales que estamos con ellos, que no están solos en sus desgracias y que en la lejanía, al otro lado del mundo, hay gente que se preocupa por ellos y procura atenuar así su existencia dolorosa.

¿Y qué decir de los sentimientos íntimos de nuestros peregrinos? ¡Qué emoción sienten imaginando todos los granos de arena que han servido para tal o cual restauración financiada por nuestra Lugartenencia! Cómo vibran también frente a la sencillez de una pequeña gota de pintura que recubriendo las paredes de una construcción ha dado color y alegría a vidas tan sufridas, chicos, chicas, jóvenes, viejos, musulmanes – todos palestinos – con una historia de sufrimiento y dificultades que conocemos bien y de las que somos testigos… ¡Así ocurrió en Abud, en Taybeh y también en Deir Rafat con las monjas de Belén, en el Santuario de Nuestra Señora de Palestina! ¡Qué alegría sentimos en las caras de esa gente verdaderamente agradecida hacia nosotros por haberles enviado una ayuda aunque fuera muy modesta respecto a sus necesidades!

Con un objetivo claro, los Caballeros y Damas de la Lugartenencia de Portugal que tengo el honor de presidir, reafirman su compromiso entusiasta y alegre, diciendo “sí” a los desafíos del futuro, seguros en la vocación de servicio y santidad que la Orden propone y firmes en la misión que Dios nos confía.


Nuno de Bragança Van Uden
Lugarteniente de Portugal


(30 marzo 2016)