Las fiestas de Navidad y de los Reyes Magos en Tierra Santa
A pesar de la ausencia de peregrinos por las restricciones sanitarias, un espíritu de fiesta y alegría iluminó esta Navidad 2021.
Todo comenzó con el desfile de los scouts, que, vestidos con sus mejores uniformes, dieron vida a las calles de Belén. La presencia de estos jóvenes de Tierra Santa se hizo eco de las palabras del Papa, que se dirigió a ellos justo después de las celebraciones de Navidad: «Comprométanse con su tierra, comprométanse con su país, comprométanse con su historia. ¡Persigan esa vocación humana que Dios les ha dado!».
Después de los scouts, le tocó el turno a Mons. Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, de hacer su entrada en la calle de la Estrella, la calle que utilizaron José y María en su viaje a la Gruta de la Natividad.
A continuación, la iglesia de Santa Catalina resonó con los cantos de las vísperas y las oraciones pronunciadas durante la primera procesión hacia la Gruta. Las celebraciones continuaron con el inicio de la misa de medianoche... ¡Incluso sin los peregrinos, fue difícil encontrar un asiento para todos!
A medianoche, las campanas sonaron en toda la iglesia: ¡Cristo ha nacido! Luego llegó el momento de la homilía: ante toda la asamblea, con la presencia del Primer Ministro palestino Mohammad Shtayyeh y su delegación, Mons. Pizzaballa habló de la esperanza, la paz y el Sínodo deseado por el Papa. «El camino sinodal se centra en la escucha. Creo que debemos aprender a escuchar más a los demás. Escuchar es más que oír. Es dar cabida a la vida del otro en nosotros, tratando de ponernos en su situación. Escuchar es una forma de ser, una actitud, un modo de vida».
La celebración continuó con muchos momentos llenos de emoción, como la oración en varios idiomas, la consagración y la segunda procesión hasta la Gruta para colocar al Cristo recién nacido. Después de la celebración, tuvieron lugar misas breves en las grutas hasta bien entrada la noche.
Pero el amanecer no marcó el final de la Navidad, ni mucho menos. Al fin y al cabo, estamos en Tierra Santa. Aquí, las celebraciones continuaron hasta el 7 y el 18 de enero, ya que los ortodoxos y los armenios celebran el nacimiento de Cristo más tarde en el año. Las distintas confesiones cristianas de Jerusalén acudieron a la sede del Patriarcado latino para intercambiar felicitaciones navideñas con Mons. Pizzaballa. Se trata de una antigua tradición que tiene lugar no una, sino dos veces al año: en Semana Santa y en Navidad. Es una oportunidad para que miembros de diferentes ritos religiosos cristianos compartan un momento de convivencia y escucha. Este encuentro ecuménico es un fuerte símbolo de la temporada navideña, que nos recuerda que, sea cual sea nuestra denominación, ¡todos somos cristianos de Tierra Santa!
Mons. Pizzaballa lo recordó en su homilía del 1 de enero de 2022: «Nosotros [los cristianos] no queremos estar protegidos y resguardados por una cúpula de cristal, sino ser parte integrante de la vida civil y religiosa de esta sociedad que es la nuestra. [...] En la sociedad, queremos ser aquellos cuya forma de vida proclama la Buena Noticia, aquellos que son capaces de proponer modelos diferentes en nuestras relaciones, alternativas a nuestro mundo sufriente, centradas en la igualdad y la reconciliación, el respeto mutuo y el amor».
Por último, con motivo de la Epifanía, además de las celebraciones en Belén de los días 5 y 6 de enero, a las que asistió el Custodio de Tierra Santa, Francesco Patton, fue en Zababdeh (Palestina) donde tuvo lugar la misa para festejar la llegada de los Reyes Magos, celebrada por el Patriarca. Este último pudo conocer al nuevo sacerdote de la parroquia, así como a los scouts de la ciudad, a los que saludó el compromiso de servicio en Belén el 25 de diciembre. En su homilía, también les instó a perseverar en su compromiso con la Iglesia, escuchando atentamente la Palabra de Dios. «Porque también hoy Dios nos habla, pero para escucharle hay que prestarle atención, hay que dar cabida a su voz».
Cécile Leca
lpj.org
(Enero 2022)