El «gracias» de los niños de Belén a los miembros de la Orden

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 Los niños de la guardería de Belén

Un centro de acogida para niños, llevado por las Hijas de la Caridad, ha recibido el apoyo de la Orden: el Gran Magisterio ha transmitido la ayuda específica que ha llegado de la Lugartenencia de Alemania. Nos alegra poder publicar la emocionante carta que los niños de ese “Holy Family Children’s Home” han escrito a sus benefactores de la Orden justo antes de las vacaciones de verano.


Queridísimos amigos y benefactores,

Este año también hemos podido llegar al final del año escolar que se ha terminado, como siempre, con la fiesta que tiene lugar con los padres de los niños externos, que han asistido a nuestras representaciones teatrales, llenos de alegría, divertidos y se han emocionado con la entrega de boletines.

Como siempre, nos divertimos mucho, pero en nuestro interior lo que siempre queda es un poco de tristeza y amargura por aquellos que se van para empezar un nuevo camino de crecimiento y aprendizaje en las escuelas primarias. Nosotros también tenemos que prepararnos a la separación dejando atrás los bellísimos recuerdos indelebles, que conservamos celosamente y con cuidado en el joyero secreto de nuestro corazón.

Muchos de nosotros no han tenido la suerte de conocer una familia y eso nos hace sentir más solos y olvidados. Después de la experiencia en la guardería, nuestro futuro permanece incierto, aunque otras puertas se abrirán y nos recibirán para prepararnos un futuro.

Queridos amigos, ya saben que son siempre momentos tristes de nuestra historia: una vida que continúa con páginas más o menos alegres que se abren y se cierran, pero que suscitan en cada uno de nosotros la fuerza de seguir adelante contra viento y mareas.

Sabemos que somos frágiles y también muy sensibles a los gestos de afecto, solicitud, calor humano y ternura.

Tenemos, como todos los niños, una exigencia y una necesidad de gestos de humanidad, fraternidad y amistad, gestos que nos han sido rechazados injustamente desde nuestro nacimiento.

Queridos amigos, la constancia con la que nos ayudan y se preocupan por nosotros nos emociona... Estamos muy agradecidos.

Ustedes son nuestra fuerza y nuestro apoyo... ¡No nos olviden, no nos abandonen! Llevamos dentro de nosotros la experiencia del abandono desde el seno materno... Es una experiencia muy dura y decepcionante que no se debe volver a vivir.

Gracias de todo corazón por todo lo que siempre han hecho con mucho amor y que siguen haciendo con la misma generosidad. Esa generosidad que sabemos que no va ir de balde.

Les queremos mucho.


Los niños de la guardería de Belén


(Verano 2017)