El quinto Evangelio

Todos hemos apreciado mucho la propuesta que el Patriarca latino de Jerusalén ha dado a las parroquias, comunidades y a todos los creyentes de Tierra Santa con motivo del domingo 23 de enero dedicado, por el papa Francisco, a la «Palabra de Dios» (en el motu proprio Aperuit illis). Mons. Pierbattista Pizzaballa, Gran Prior de la Orden, que sugirió la lectura íntegra del Nuevo Testamento, indicaba la posibilidad de vivir este momento en familia, abordando ciertos textos con los niños. También se puede hacer hincapié para ello realizando un signo, como colocar el libro del Nuevo Testamento en un lugar apropiado, empezar y terminar la lectura con una oración, un momento de silencio o un canto. Estas sugerencias pretenden subrayar la importancia de esta iniciativa, pero que cada uno se sienta libre de imaginar otras.

Creo que nosotros, Caballeros y Damas de la Orden del Santo Sepulcro, podríamos retomar esta idea de visitar con mayor frecuencia la Palabra de Dios juntos, a partir de febrero para preparar el tiempo de Cuaresma que comenzará el próximo mes, en conexión espiritual con Tierra Santa.

Durante el Sínodo sobre la Palabra de Dios de 2008, se utilizó la expresión «Quinto Evangelio» para hablar de Tierra Santa, y el papa Benedicto XVI la popularizó, refiriéndose a los lugares santos que podemos encontrar de nuevo si nos alimentamos de esta Palabra, antes de poder volver en persona.

«Dar a conocer Tierra Santa significa transmitir el “quinto Evangelio”, es decir, el entorno histórico y geográfico en el que la Palabra de Dios se reveló y luego se hizo carne en Jesús de Nazaret, por nosotros y para nuestra salvación», recordó de hecho el papa Francisco a una delegación de comunicadores de la Custodia el pasado mes de enero. Allí «podemos ver, incluso tocar, la realidad de la historia que Dios ha hecho con los hombres. Desde los lugares de la vida de Abraham hasta los lugares de la vida de Jesús, desde la encarnación hasta la tumba vacía, signo de la resurrección», añadió, hablando de este Quinto Evangelio, donde « la historia y la geografía de la salvación se encuentran y nos permiten hacer una nueva lectura del texto bíblico, en particular de los textos evangélicos».

Como Caballeros y Damas de la Orden del Santo Sepulcro, también sabemos que el Quinto Evangelio son las personas que viven en Tierra Santa y que intentan construir allí una sociedad fraternal, a la que contribuimos con nuestra solidaridad activa, nuestra amistad y nuestra oración. Vivamos, pues, las próximas semanas con la Palabra de Dios, a la luz de los lugares y también de los rostros de Tierra Santa que guardamos en nuestro corazón.

Fernando cardenal Filoni

(febrero de 2022)